Ayuntamientos

Colau abre una narcosala al lado de varios colegios

Los vecinos temen un efecto llamada de traficantes y drogodependientes que vuelva a degradar esta zona del barrio

Ayer se estrenó una nueva sala de venopunción en el barrio de Sant Pere, frente al hotel de Nuñez y Navarro
Ayer se estrenó una nueva sala de venopunción en el barrio de Sant Pere, frente al hotel de Nuñez y Navarrolarazon

Los vecinos temen un efecto llamada de traficantes y drogodependientes que vuelva a degradar esta zona del barrio.

La apertura de una nueva «narcosala», un establecimiento donde los heroinómanos pueden inyectarse bajo supervisión médica, en Sant Pere ha levantado en pie de guerra a un barrio que todavía mantiene en la memoria colectiva el recuerdo del antiguo centro de reparto de metadona: toxicómanos que consumían en plena calle y que incluso morían por sobredosis.

Mucho se ha avanzado en el abordaje de esta problemática pero la gente del barrio teme que vuelvan a repetirse situaciones como las de entonces con la apertura de este nuevo espacio, situado en el edificio del Síndic de Gregues, frente al hotel de Nuñez y Navarro.

Está integrado en el Centro de Atención y Seguimiento (CAS) del Casc Antic, donde ya existía una unidad de atención a consumidores de drogas no inyectables. La polémica ha llegado con la ampliación de este equipamiento con una sala de venopunción, que Xavier Trias se negó a abrir y que Ada Colau ha hecho realidad.

La comisionada de Salud del ayuntamiento, Gemma Tarafa, tuvo ayer que defender la decisión frente a las protestas vecinales. Algunos temen que provoque un efecto llamada de toxicómanos y de traficantes dispuestos a sacar tajada. Los comerciantes, por otro lado, lamentan que la inseguridad en la zona resienta sus ventas.

«Las 140 personas que han pasado por el CAS de Sant Pere en los últimos seis meses no han causado ningún problema», aseguró Tarafa, que también está valorando ampliar los CAS de Gràcia, Nou Barris y Eixample.

Desde el PP criticaron la decisión «unilateral « del ejecutivo de Ada Colau de abrir esta «narcosala» por su proximidad con tres escuelas y dos guarderías. Además, su líder municipal, Alberto Fernández, recordó que la sala de venopunción del Raval ha provocado un 50% menos de facturación en los comercios de la zona, y alerta que lo mismo puede ocurrir en Sant Pere.