Barcelona

Colau crea un nuevo partido que eliminaría a Iglesias de la política catalana

Ada Colau, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy su formación.
Ada Colau, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy su formación.larazon

Lanza una plataforma de izquierdas con la defensa del derecho a decidir como eje y en el momento de más debilidad de sus socios-

Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, ha demostrado que sabe jugar al tute. Tiene los triunfos, ha arrastrado con un as y cantará las cuarenta. Nadie se lo puede impedir. En rueda de prensa, rodeada de los suyos, ha lanzado una OPA en toda regla a sus aliados en el Ayuntamiento de Barcelona y en En Comú Podem, la lista que ganó las generales del pasado 20 de diciembre en Cataluña. Colau lanza una OPA claramente hostil y tiene clara su intención: no compartir el liderazgo del espacio político situado a la izquierda del Partit dels Socialistes de Catalunya. Ni con Pablo Iglesias ni con los sucesores de Joan Herrera y Dolors Camats en la maltrecha Iniciativa per Catalunya-Verds.

Los concejales de Barcelona en Comú y los diputados de En Comú Podem han arropado a la alcaldesa el día que ha anunciado su intención de iniciar el proceso constituyente de un nuevo partido político. Hasta ahora Colau era una más –si bien la más importante– en una coalición que agrupa a su partido, Barcelona en Comú, a Iniciativa per Catalunya-Verds, Esquerra Unida i Alternativa y Podemos. Ada Colau hace este movimiento aprovechando la debilidad de sus aliados y lo hace después de que Catalunya Sí que es Pot fracasara en las elecciones autonómicas y municipales del pasado mes de mayo. Esta candidatura no consiguió los objetivos perseguidos y notó la ausencia de Colau, que no participó en ningún mitin de la coalición ni le dio su apoyo expreso. Fue el fracaso personal de Pablo Iglesias. Colau no movió un dedo por salvarla del fracaso.

En segundo lugar, Iniciativa per Catalunya está pendiente de un congreso después del abandono de sus líderes –Herrera y Camats– tras repetidos fracasos. En la última asamblea de Iniciativa, un 40% de la organización no quería confluir con Colau, aunque se impuso la mayoría. Hoy Iniciativa es sólo una caricatura de lo que fue. Esquerra Unida i Alternativa estuvo a punto de caer de la lista conjunta de las generales por el ninguneo de los de Colau. Al final aceptaron los planteamientos de la alcaldesa de Barcelona y obtuvieron dos diputados.

Podemos lleva meses viviendo su propia travesía del desierto. Con la ejecutiva dimitida y sin secretaria general, Gemma Ubasart presentó la dimisión aunque mantiene su puesto en el Consejo Ciudadano estatal y está pasando sin pena ni gloria por la política catalana. De hecho, en la coalición que se presentó a las generales, Podemos sólo ha conseguido dos diputados de doce elegidos. Y por último, Colau plantea este movimiento que, según ella, «responde a una demanda ciudadana» y que quiere ser un nuevo partido por encima de «formar una coalición» en un momento que se antoja un guiño a ciertas plataformas de la Candidatura de Unidad Popular que ponen en cuestión el actual proyecto de la izquierda independentista.

Diversos grupos de los radicales secesionistas han mantenido contactos con líderes cercanos a Ada Colau y Xavier Domènech, el líder de En Comú Podem, les invitó a tener conversaciones formales y oficiales. Domènech mantiene estrechas relaciones con la CUP. En 2011, firmó el manifiesto de apoyo a la candidatura de la izquierda radical en la ciudad de Barcelona. También son cercanos a la CUP el número dos de Colau en el Ayuntamiento, Gerardo Pisarello, y el concejal Jaume Asens, ambos procedentes de la plataforma Procés Constituent, que mantuvo en su día conversaciones tanto con Colau como con la CUP.

En la presentación del proceso constituyente del nuevo partido no estaban presentes ninguno de los destinatarios de la propuesta. Sin embargo, todos se han apresurado a aplaudir la propuesta de Colau. No están en condiciones de poner demasiados peros a una persona que ha ganado en sólo un año de vida las generales y las municipales. «Ya no somos una hipótesis», ha dicho la líder del nuevo partido que quiere borrar del mapa a Podemos de Cataluña, e «impulsar un espacio político». Nadie duda de que Colau se hará con el liderazgo de la nueva formación. Usará guante de seda y mano de hierro a tenor de las palabras de Domènech: «No hay negociaciones entre cúpulas y ejecutivas, no renegamos de nadie, bienvenidas las trayectorias y las historias de todo el mundo», lo más parecido a la petición de capitulación en toda regla de los hasta hoy aliados.

El nuevo partido puede estar formado más pronto que tarde. En febrero, Iniciativa celebrará su asamblea y antes de Semana Santa lo hará Podem. EUiA también lo hará este año. Con estos planteamientos, el nuevo partido liderado por Colau puede tener forma entre Semana Santa y el verano. Seguramente listo ante un eventual adelanto de las elecciones catalanas o de las generales. En Cataluña, Podemos habrá tenido una vida efímera cosechando una dura derrota. En menos de un año, la formación morada desaparecerá en Cataluña.

Respecto a qué piensa el PP en el Ayuntamiento de Barcelona sobre la decisión de Ada Colau, el presidente del Grupo Popular, Alberto Fernández, aseguró ayer que la alcaldesa «cada vez intensifica más su presencia pública, precisamente no actuando como alcaldesa sino como candidata “podemita”». El popular considera que «Colau está más pendiente de hacer política partidista que de hacer ciudad como alcaldesa», y reclamó a la alcaldesa que «se centre en Barcelona».