Infraestructuras
Colau aprobará el Espai Barça si hay menos hoteles
También exige al club mejoras de movilidad para los vecinos de Les Corts
También exige al club mejoras de movilidad para los vecinos de Les Corts.
El FC Barcelona tendrá que realizar todavía algunas modificaciones al proyecto de reforma del Camp Nou y su entorno, lo que se denominará Espai Barça, para que el ejecutivo de Ada Colau le dé el visto bueno. De ahí que la fecha de inicio de las obras, previstas por el club para este año, tengan que postergarse. Los cálculos más optimistas apuntan a que el nuevo estadio –que pasará a llamarse Nou Camp Nou, aunque no se descarta que lleve apellido– y sus aledaños no empiecen a construirse hasta finales de 2018.
El gobierno municipal ha visto con buenos ojos el plan de modificación urbanística del Camp Nou que le presentó ayer el club blaugrana, no obstante le ha impuesto ciertas condiciones acorde a sus políticas para aprobarlo: se tendrá que reducir el espacio dedicado a los hoteles y tener en cuenta a los vecinos de Les Corts por el impacto que tendrá para el barrio.
El plan urbanístico del Espai Barça cuenta con cuatro líneas de actuación: la remodelación del Camp Nou; la construcción de un nuevo Palau Blaugrana (donde juegan las distintas secciones del club); nuevas oficinas y servicios necesarios para el funcionamiento de la entidad, donde entraría la construcción de un hotel; y la mejora del entorno. En este último punto se invertirán 28 millones de euros: se ampliarán las zonas verdes, se mejorarán los trazados de las calles, y se incrementará el suelo público y los espacios libres. Para ello, el Barça propone la apertura completa del recinto, eliminando la valla exterior y los desniveles. El objetivo es integrar al barrio en el nuevo «Espai». A ello hay que sumar la inversión de otros 52 millones para la construcción de un nuevo aparcamiento de coches subterráneo y otro para buses.
La teniente de alcalde de urbanismo, Janet Sanz, declaró ayer que «es un buen inicio porque el 40% de todo el espacio será público», pero, adelantó, «se deben concretar ciertas cuestiones». La primera, reducir de 14.000 a 10.000 los metros dedicados a los hoteles para hacer cumplir el Plan de alojamiento turístico del consistorio; la segunda, mejorar la movilidad de los vecinos los días de partido «con una tarjeta identificativa, por ejemplo»; tercera, diseñar un plan más claro en caso de emergencias, y la cuarta, el soterramiento del parking para buses.
En un segundo plano, Janet señaló también la necesidad de limitar el proyecto comercial del Espai Barça para que los pequeños comerciantes de Les Corts no se vean perjudicados, así como urbanizar todo el espacio a la vez y que no se dé prioridad a la construcción del estadio.
Janet explicó que seguirá reuniéndose tanto con el club blaugrana como con los vecinos para que el plan de reurbanización del Camp Nou cuente con la aprobación de ambas partes y pueda ser aprobado en primera instancia por el Consistorio de Barcelona y, en segunda por la Generalitat de Cataluña.
El Espai Barça fue aprobado en referéndum por los socios de club en abril del 2014. El proyecto, según la entidad, costará unos 600 millones de euros y dará trabajo a 3.275 personas durante los años que durarán las obras.
Un nuevo Miniestadi
Mientras el club sigue trabajando para solucionar todos los problemas técnicos y legales que están haciendo que el proyecto avance más lento de lo esperado, acelera en los trámites para construir el nuevo Miniestadi.
Con un presupuesto de 12 millones de euros, el nuevo estadio con capacidad para 6.000 espectadores, se levantará en los terrenos que hay frente a la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí.
Las obras podrían empezar este verano y durarán alrededor de año y medio. Pero no se trata de un proyecto menor, puesto que la construcción de un nuevo Miniestadi es el primer paso para derrocar el actual, que se encuentra junto al Camp Nou, en los terrenos sobre los que se levantará el nuevo Palau Blaugrana.
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