Energía eléctrica

Colau crea una eléctrica municipal para vender luz

Comprará energía a los vecinos que tienen placas y generan excedente

La alcaldesa Ada Colau explicó ayer en la Biennale de Venecia la nueva agenda urbana de Barcelona
La alcaldesa Ada Colau explicó ayer en la Biennale de Venecia la nueva agenda urbana de Barcelonalarazon

Comprará energía a los vecinos que tienen placas y generan excedente.

Hace medio año, en el programa de «Salvados», la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, avanzaba a Jordi Évole su intención de cumplir con la promesa electoral de crear «un operador eléctrico municipal». La iniciativa parecía tan utópica como reducir el tráfico de la Diagonal para convertir la avenida en un eje verde o crear una moneda local para hacer transacciones entre vecinos, otras promesas electorales de BCNComú.

La idea de crear un operador eléctrico municipal chocaba con el polémico Real Decreto de Autoconsumo que el Gobierno de Mariano Rajoy había aprobado en octubre, que contempla un «impuesto al sol» y sanciones para quienes monten una instalación de autoconsumo. Pero el equipo de la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, se puso manos a la obra. Ayer, presentaba orgulloso su propuesta para democratizar la energía como servicio público. «Barcelona quiere liderar la transición energética» y está dispuesta a «desafiar el decreto de autoconsumo del Gobierno que consideramos injusto. Acabó el tiempo de generar miedo en torno al autoconsumo», certificó la concejal.

Para avanzar hacia la soberanía energética de la ciudad, reducir el consumo de energía y garantizar el consumo a los ciudadanos, en los próximos tres años, el Ayuntamiento de Barcelona invertirá 130 millones de euros. Más de la mitad, 76 millones, serán para ayudar a los vecinos a ahorrar energía y para hacer obras de eficiencia energética. Otro 36 millones irán destinados a generar energía, esto es ayudar a las comunidades a instalar placas solares, por ejemplo. Para comercializar y garantizar el suministro se destinarán 8,4 millones, mientras que para divulgación y formar a profesionales se invertirán 10 millones de euros. Para promover tanto el ahorro energético como implicar a la ciudadanía a utilizar energías renovables, además de debates, conferencias ... el Ayuntamiento de Barcelona contempla «meriendas energéticas» en diferentes equipamientos enfocados a la «ciudadanía no organizada».

Para diagnosticar la potencia actual de las energías renovables y planificar las posibilidades de aumentarla, se destinarán 200.000 euros.

La empresa municipal que comercializará la energía, según los planes, se creará el próximo año. Aunque la electricidad no empezará a comercializarse hasta otoño de 2018. El «modus operandi» es que la comercializadora compre y venda la electricidad que generen tanto las comunidades de vecinos que tengan placas solares para autoconsumo y produzcan excedente, como las que la que se cree en instalaciones municipales.

La empresa municipal estará vinculada a la sociedad municipal de tratamiento de residuos, Tersa. El Ayuntamiento calcula reducir un 10 por ciento el consumo municipal y otro 10 por ciento la producción de gases de efecto invernadero. También prevé crear 25.000 nuevos puntos de luz led, lo que equivale a cubrir el 30 por ciento del alumbrado en Barcelona; incrementar un 10 por ciento la electricidad que producen los ciudadanos a través de energías renovables (12.000 kilovatios por hora y por año) y tener capacidad para suministrar electricidad a 20.000 hogares.

La comisaria de Ecología del gobierno municipal, Eva Herrero, explico que con las actuaciones previstas, además de dar la posibilidad a todo el mundo de producir energía renovable, se pretende garantizar el suministro a las familias vulnerables. «Que nadie se quede sin poder calentar o iluminar su hogar», subrayó la teniente de alcalde Janet Sanz.

Esta medida para recuperar el servicio público de la energía se presentará en el pleno de la semana que viene. Si bien el Ayuntamiento es consciente de que no tiene competencias en los grandes ámbitos de la regulación energética, sí tiene capacidad para influir en el ahorro, la gestión o el acceso a la energía.