Colau deniega las ayudas para rehabilitar edificios con alquileres excesivos

Los interesados deberán adaptarse al índice de precios de la Generalitat para optar a las subvenciones.

El Ayuntamiento utilizará por primera vez el índice de referencia de precios de alquiler que impulsó con la Generalitat hace unos meses, y que de poco había servido hasta la fecha, para otorgar ayudas a la rehabilitación de edificios. Es decir, el Consistorio denegará estas subvenciones si los propietarios de las fincas que piden las ayudas tienen pisos en alquiler con cuotas que superen la horquilla de precios que marca el índice. La alcaldesa, Ada Colau, destacó que es la primera aplicación concreta que se da al índice y demuestra, por lo tanto, que «con voluntad política se puede condicionar el precio del alquiler».

«Quienes quieran tener ayudas publicas deberán respetar las condiciones de que mantengan a los inquilinos, alarguen como mínimo cinco años los contratos y los precios no superen el índice de referencia aprobados con la Generalitat hace un año», explicó la alcaldesa de Barcelona en la presentación de las novedades en la convocatoria a las ayudas a la rehabilitación de viviendas de 2018. Colau puso énfasis en que la de este año es también «una convocatoria inédita por su cantidad, más de 42,5 millones de euros anules» de inversión publica, y estimó que la misma llegará a 16.000 viviendas y mejorará la vida de 40.000 barceloneses, se generará una inversión privada de 120.000 millones de euros y se crearán 3.800 puestos de trabajo cualificados.

Así, si los propietarios con precios del alquiler por encima del índice de referencia rebajan las cuotas, el consistorio prevé, entonces sí, otorgar las ayudas a la rehabilitación. Las condiciones del Ayuntamiento obligan también a los propietarios de los pisos en alquiler a formalizar contratos con una duración mínima de cinco años a partir de la subvención. A través de las subvenciones para rehabilitar el parque de vivienda, el consistorio también quiere ganar pisos de alquiler asequible. Para ello se ha abierto una convocatoria para reformas interiores, siempre que el propietario del piso lo incluya en la bolsa de alquiler social del Ayuntamiento con un contrato de un año prorrogable hasta cinco. Este programa de rehabilitación tiene un presupuesto de cuatro millones de euros.

También como novedad, el Ayuntamiento ha ofrecido ayudas a la rehabilitación en fincas llamadas de alta complejidad, edificios con comunidades de vecinos que, por diversos motivos, no piden subvenciones. Para escoger las fincas, se ha tenido en cuenta un estudio de la UPC sobre el parque de vivienda de la ciudad, que ha detectado 404 edificios con vulnerabilidad, teniendo en cuenta el estado del inmueble y también criterios socioeconómicos de los inquilinos. Según explicó el concejal de Vivienda Josep Maria Montaner, los equipos de gestión de este programa ya están trabajando con 225 fincas, de las que hasta el momento se ha emitido 158 informes positivos, firmado 85 convenios de asesoramiento y 32 comunidades que están preparadas para firmar los convenios de ejecución de las obras en cuanto se publiquen las convocatorias de subvenciones.

Alrededor de 70 fincas podrían beneficiarse

El Consistorio calcula que con la dotación presupuestaria disponible para 2018, podrán firmar convenios de ejecución de obras en alrededor de 70 edificios y, por tanto, se estima que este programa podrán beneficiar alrededor de 2.000 personas que viven en unas 900 viviendas de las zonas donde se ha detectado que las ayudas a la rehabilitación no habían llegado nunca. Este programa, además de las ayudas ordinarias a la rehabilitación incluye una subvención complementaria de entre el 25 y el 40 % del coste de las obras, que puede llegar al 100 % del coste de las obras para las personas vulnerables.