Política

Colau no contrata guardias urbanos: faltan 1.500

Pide Mossos mientras ignora las peticiones de la Policía Local para hacer frente a la inseguridad en Barcelona

La relación entre la alcaldesa Ada Colau y la Guardia Urbana es una historia de un desencuentro eterno
La relación entre la alcaldesa Ada Colau y la Guardia Urbana es una historia de un desencuentro eternolarazon

Pide Mossos mientras ignora las peticiones de la Policía Local para hacer frente a la inseguridad en Barcelona

Ha sido un verano muy complicado en Barcelona en materia de seguridad. Los datos hablan por si mismos. Ocho homicidios entre julio y agosto –doce en el total del año– , y un incremento del 30 por ciento de los robos violentos, sobre todo a turistas y en el centro de la ciudad. A ello se unen, carteristas, manteros y demás, lo que está provocando en los últimos días rifirrafes entre la alcaldesa, Ada Colau, y la consejería de Interior. Colau lleva tiempo, según denuncian los sindicatos, pidiendo más agentes de los Mossos d'Esquadra en la ciudad, aunque minimiza las peticiones de la Guardia Urbana. Sus demanadas tuvieron efecto hace pocas semanas, cuando se incorporaron agentes de la Brigada Móvil de la Policía Autonómica del polémico barrio del Raval. Desde ese momento no ha habido ningún incidente polémico más.

Los desacuerdos entre la Guardia Urbana y el Ayuntamiento vienen desde muy lejos. Ocurrió con alcaldes como los socialistas Joan Clos, Jordi Hereu, el convergente Xavier Trias, pero todo se ha agravado con Colau. El divorcio es grave. Desde el principal sindicato de la Guardia Urbana, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), denuncian que actualmente existe un déficit de unos 1.500 agentes en la ciudad.

Aumento de la inseguridad

«Este déficit puede provocar un aumento de la inseguridad en Barcelona», recuerdan desde el sindicato, recordando los citados datos. Además de la evidente percepción de inseguridad –no tanto por los datos reales– que existe en la capital catalana, el cuerpo critica que por ejemplo el gobierno de Colau paga al año casi diez millones de euros, lo que podría suponer unos 250 agentes más al año. La comparación con la Barcelona preolímpica es bastante dramática. Eran 3.500 agentes en 1992, el año de los Juegos Olímpicos, y ahora son 2.700, un total de 800 efectivos menos. Y eso sin tener en cuenta, como denuncian los sindicatos del cuerpo, que han pasado muchos años y que la ciudad ha cambiado. Por muchos motivos, como por ejemplo el turismo masivo, que ha cambiado la capital catalana.

El propio concejal de Seguridad, Albert Batlle, cifró recientemente en 1.000 agentes el déficit de la Guardia Urbana en Barcelona. A ello cabe recordar que fue Colau anuló las unidades de seguridad pública de Barcelona del cuerpo, lo que causó un fuerte revuelo entre los sindicatos. También faltan más de 300 agentes de los Mossos d’Esquadra en la ciudad. Es importante destacar que durante el mandato de Colau la plantilla no ha aumentado, sino que simplemente se han repuesto defunciones, jubilaciones y demás, pero sin adaptarse a las necesidades reales de la ciudad. «Falta un modelo policial, porque se deriva demasiado todo a tareas administrativas y de tráfico», denuncian los sindicatos.

Además, Colau, aseguró ayer que Batlle, no era «consciente» de la repercusión cuando dijo que había una crisis de seguridad en la capital catalana. «Me ha dicho que no era consciente de estar haciendo este titular. Ha sido una vez que ha utilizado esta palabra», aseguró, y también reclamó ser muy prudente con la cuestión de la seguridad. Añadió que Batlle tiene un perfil «muy bueno», y también descartó pedirle que rectifique.