El desafío independentista
Colau prosigue su gesticulación con la retirada de placas franquistas
El Ayuntamiento da un mes a los vecinos de Gràcia para erradicar los letreros de las fachadas
El Ayuntamiento da un mes a los vecinos de Gràcia para erradicar los letreros de las fachadas.
En marzo fue la aprobación del cambio de nombre de la plaza Llucmajor de Nou Barris para pasar a llamarse plaza de la República, un cambio de nomenclatura que, según el gobierno municipal, «contribuirá a poner en valor el pasado democrático de Barcelona». En agosto, el Ayuntamiento anunciaba que, a partir del 14 de octubre, coincidiendo con la exposición temporal «Franco, Victoria, República, Impunidad y espacio urbano» se exhibirán delante del Born Centre de Cultura las esculturas franquistas de la Victoria de Frederic Marés y el Franco Equestre, olvidadas en un almacén. Esta muestra quiere, según el gobierno de Colau, hacer pedagogía y romper el silencio de los crímenes del franquismo.
Al mes siguiente, el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) anunciaba otro cambio de nombre. En esta ocasión la plaza Juan Carlos I, situada en la confluencia de la Avenida Diagonal y Paseo de Gracia, pasaba a ser conocida como Cinc d’Oros, sólo un par de días después de que la Comisión de Presidencia, a iniciativa del gobierno municipal, acordara rebautizar el Salón de Plenos para retirar el nombre de la Reina Regente María Cristina y sustituirlo por el de Carles Pi i Sunyer, alcalde republicano, aduciendo que la monarca no tenía vinculación con Barcelona.
En un momento dado, el presidente del grupo popular en el Ayuntamiento de Barcelona ,Alberto Fernández, llegó incluso a denunciar que la alcaldesa Ada «Colau gesticula cambiando nombres, ya que es incapaz de sacar adelante proyectos para Barcelona».
Pues bien, ahora la preocupación y ocupación del Consistorio barcelonés es la retirada de las placas que identificaban las viviendas protegidas construidas por el Ministerio de Vivienda durante la dictadura franquista que aún quedan en los edificios de Barcelona. En esta ocasión se trata de 166 inmuebles de Gracia, cuyos vecinos están recibido estos días las cartas que les invitan a proceder a su retirada.
En 2007 se aprobó la Ley de Memoria Histórica, la cual obliga a las administraciones públicas a tomar medidas para la retirada de los símbolos de la exaltación de la insurrección militar, de la Guerra Civil y la dictadura. Y es en este contexto que el Ayuntamiento anima a los propietarios a retirar la placa y les advierte que si no lo hacen y en un mes no manifiestan lo contrario, procederá a su retirada de oficio, haciéndose cargo del coste íntegro de la retirada y arreglo de la fachada si es necesario. Según el último censo, si en 2007 existían 395 placas de estas características en Gracia, ahora ya solo quedan 166, ya que éstas se han ido retirando del paisaje urbano, así como otros monumentos y esculturas franquistas como la Victoria de la Plaza Juan Carlos I, los Caídos de la Avenida Josep Tarradellas o los escudos del edificio de capitanía militar.
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