Elecciones municipales

Colau quiere llevar el pleno municipal a los distritos

BComú propone cambiar el reglamento para revisar los símbolos del Ayuntamiento, como ya hizo con el busto de Juan Carlos I

Ensayo. Colau ya hizo un ensayo de sus intenciones cuando sacó el pleno de constitución de Nou Barris fuera de las dependencias municipales.
Ensayo. Colau ya hizo un ensayo de sus intenciones cuando sacó el pleno de constitución de Nou Barris fuera de las dependencias municipales.larazon

El Ayuntamiento, desde la llegada de Ada Colau a la alcaldía, ha acostumbrado a los barceloneses a anunciar, casi diariamente, una nueva propuesta. Una actitud que contrasta con la de su predecesor en el cargo. A falta de ver cuantas de esas propuestas cristalizan y cuantas son mera propaganda, el gobierno municipal anunció ayer, como ya ha ocurrido en otras «ciudades del cambio», su intención de celebrar los plenos municipales fuera del Ayuntamiento. Sin embargo, lo que podría parecer una medida amable para acercar las instituciones a los ciudadanos viene aderezada con un cambio normativo que Colau y los suyos quieren imprimirle al nuevo reglamento municipal que incluye la revisión de los símbolos que alberga el Consistorio. O lo que es lo mismo, proseguir, presumiblemente, con su cruzada antiborbónica.

No en vano, los símbolos de la capital catalana y el lugar que deben ocupar fue objeto de polémica el pasado mes de septiembre, cuando BComú ordenó retirar el busto del Rey Juan Carlos I de la sala de plenos porque, según la alcaldesa de Barcelona «no se corresponde» con el del actual monarca y porque «hay una sobrerrepresentación de símbolos monárquicos».

Así las cosas, la comisión de presidencia aprobó ayer inicialmente la modificación del artículo 75 del reglamento orgánico municipal, que abre la puerta a hacer los plenos fuera del salón de la Reina Regente y al cambio de símbolos con los votos a favor de BComú, CUP y ERC; CiU y el PSC se abstuvieron mientras que PP y Ciutadans votaron en contra. Los grupos de la oposición mostraron sus recelos ante la posibilidad de que estas decisiones recaigan únicamente sobre la alcaldesa.

BComú propone que estos símbolos «respondan a la singularidad histórica y de capitalidad de Barcelona y a los principios democráticos de neutralidad religiosa y de catalanidad». La iniciativa también prevé la posibilidad de celebrar plenos en otros equipamientos municipales «por causas de fuerza mayor o interés general, (...) previa resolución motivada y notificada a todos los miembros de la corporación». Además, establece que las sesiones, sean ordinarias o extraordinarias, han de respetar «el principio de unidad de acto y hay que procurar que acabe el mismo día de su inicio».

El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, destacó que esta propuesta comienza la tramitación con la voluntad del máximo consenso. «Son criterios abiertos a la negociación», señaló Pisarello

Tanto Carmen Andrés (PSC) como Ángeles Esteller (PP) coincidieron en pedir que los plenos sólo se hagan fuera del Ayuntamiento «en casos extraordinarios por fuerza mayor». Paco Sierra (de C ‘s) añadió que «hay que velar por la seguridad» y recordó las dificultades que encontraron los concejales para cruzar la plaza de Santiago tras la investidura de Ada Colau. Joaquim Forn (CiU) mostró su desacuerdo inicial con la medida pero asegura que se darán tiempo para seguirlo debatiendo. En cambio, Josep Garganté (CUP) aseguró que «estaríamos encantados» de que los plenos se realizaran fuera del Consistorio.

De ahora en adelante, el documento con las modificaciones del reglamento se someterá a información pública durante 30 días y el resto de partidos podrán presentar las enmiendas que consideren pertinentes.