Barcelona

Colau recibe un alud de críticas por querer liquidar la plaza Juan Carlos I

La entidad Amigos del Passeig de Gràcia rechaza el cambio y denuncia que el Ayuntamiento no consulta. La oposición exige consenso.

El Ayuntamiento conmemora la República desde el jueves hasta el domingo
El Ayuntamiento conmemora la República desde el jueves hasta el domingolarazon

El brote republicanista del gobierno de Ada Colau no genera consenso. La alcaldesa, empeñada en borrar los rastros monárquicos de Barcelona, recibió ayer un alud de críticas después de anunciar su intención de despojar a Juan Carlos I de la plaza que lleva su nombre en la capital catalana y de sustituirlo por el de Cinc d’oros, el nombre popular que se le dio a la confluencia de paseo de Gràcia y avenida Diagonal a principios del siglo XX por la similud de sus farolas con las del naipe. Colau cuenta con el apoyo del PSC y de ERC para completar su iniciativa, pero incluso los socialistas reclaman que el Rey tenga un lugar en Barcelona. «No puede desaparecer», dijo el líder municipal del PSC, Jaume Collboni.

Hasta aquí llegan los apoyos de Colau. El resto son críticas. La más destacada, quizá, la de la asociación de Amigos del Passeig de Gràcia, que rechazó el cambio de nombre y que deploró que el Ayuntamiento impulse este cambio de nombre sin haber practicado consultas, una de las presuntas banderas de su acción política.

La asociación –que representa a vecinos, comerciantes, hoteleros y restauradores de la zona– subrayó que no han sido consultada y añadió que tampoco tiene constancia de que lo hayan sido «los vecinos directamente», un hecho que, a su juicio, «pone en entredicho la política de participación ciudadana que el Ayuntamiento tanto defiende».

La Asociación de Amigos del Passeig de Gràcia destacó, además, que los cambios en el nomenclátor de las calles «causan gastos y molestias», por lo que consideró que «solo se tienen que hacer cuando existan circunstancias excepcionales que lo justifiquen, y pensamos que éste no es el caso». En este sentido, recordó que el nombre actual de la plaza se aprobó por mayoría absoluta durante la alcaldía del socialista Narcís Serra, quien ocupó el cargo entre 1979 y 1982.

«Pensamos que la figura de Juan Carlos I merece un reconocimiento en el nomenclátor de la ciudad, entre otras razones por su papel en la transición democrática en España», argumentó la asociación, que concluyó que «si finalmente se decide llevar a cabo de todos modos este cambio, se tendría que buscar un espacio en la ciudad de igual importancia que llevara su nombre».

Desde el PP, su líder municipal, Alberto Fernández, reclamó a Colau que pase «del escarnio recurrente a la corona a la gobernanza de Barcelona». Denunció, en este sentido, que «Colau vuelve a gesticular, ahora cambiando nombres de calles porque es incapaz de tirar adelante proyectos para Barcelona y para ocultar su propia incapacidad».

El dirigente popular recordó a Colau que «uno de los partidos embriones de BComú es ICV, que gobernó 32 años Barcelona junto a los socialistas sin abrir controversia alguna sobre esa denominación, y mucho menos sobre el cambio de nombre que se hizo en 1981 por el entonces alcalde Narcís Serra». Sin embargo, ahora la alcaldesa Colau «pretende cambiar la nomenclatura de esta plaza de forma unilateral desde su coronofobia y revanchismo».

Fernández lamentó, finalmente, que «la izquierda extrema, el independentismo y los republicanos coincidan en despreciar el papel que tuvo el Rey en la recuperación de nuestra democracia y los valores de convivencia y concordia de todos los españoles».

Cabe recordar que en 2012, el pleno del distrito de Gràcia, a propuesta de ICV-EUiA, con el apoyo de PSC, la abstención de CiU y ERC y el voto en contra del PP, se propuso a la ponencia del Nomenclator que el nombre oficial de la plaza pase a ser Cinc d’Oros. Las posiciones no se han movido mucho desde entonces, pero la petición de consenso se ha multiplicado. Será difícil ignorarla para el Ayuntamiento.