Política

Barcelona

Collboni quiere para Barcelona 1.000 urbanos y 400 mossos más

Repasó la seguridad de la ciudad acompañado del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska

Jaume Collboni y Fernando Grande-Marlaska, ayer en la rambla del Raval
Jaume Collboni y Fernando Grande-Marlaska, ayer en la rambla del Ravallarazon

Repasó la seguridad de la ciudad acompañado del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska

La seguridad en Barcelona sigue siendo uno de los asuntos más importantes en la campaña de las municipales de Barcelona, que alcanza ya más de su ecuador. Muchas son las críticas a la gestión en este ámbito realizada por la alcaldesa en funciones, Ada Colau. Por ejemplo, el candidato a la alcaldía por el PSC, Jaume Collboni, se comprometió ayer a acabar «con la crisis de inseguridad antes de un año», y a ampliar la Guardia Urbana en más de 1.000 agentes, una vieja reivindicación del cuerpo.

Collboni añadió que «exigirá a la Generalitat que despliegue unos 400 agentes de los Mossos d’Esquadra» más en la ciudad, con el fin de frenar la «crisis de seguridad» actual, que insistió en encauzar antes de un año. El alcaldable socialista, en campaña y antes de ella, se ha comprometido en numerosas ocasiones a mostrar una línea bastante dura en lo referente a la inseguridad. Cabe recordar que los delitos en la ciudad crecieron casi un 21 por ciento el año pasado.

Las afirmaciones tuvieron lugar en un mitin en el barrio del Raval, en el que también participaron el ministro en funciones del Interior, Fernando Grande– Marlaska, y también el número tres de la lista de Collboni y ex director de los Mossos, Albert Batlle.

Barrios vulnerables

«Las políticas de seguridad protegen los barrios más vulnerables», dijo, y contrastó su situación con aquellas zonas más acomodadas donde «la gente se puede pagar la seguridad privada», por lo que zanjó que la inseguridad afecta sobre todo a la clase trabajadora. El alcaldable insistió en que «la crisis de seguridad que tiene la ciudad será una de las prioridades del gobierno que espero encabezar a partir del 26 de mayo», dijo.

Collboni lamentó que la dejadez del gobierno de Colau en el ámbito de la seguridad «se ha traducido en un incremento de los pequeños delitos» : «¿Quién no tiene un amigo o conocido a quien le han robado el móvil o le han roto la luna del coche?», exclamó, antes de detallar que este tipo de situaciones afectaron a uno de cada cuatro barceloneses en 2018.

Por su parte, Grande–Marlaska defendió que un incremento de la percepción de seguridad es una de las mejores vías para evitar que la xenofobia prolifere en zonas «multiculturales» como el barrio del Raval. «En una zona multicultural como esta, que nos enriquece a todos, si no se generan las políticas correctas se pueden producir efectos negativos, como la xenofobia. De ahí la necesidad de generar seguridad y trabajar con las asociaciones para crear un entorno pacífico y tranquilo, y para luchar contra delitos de odio, algo tan ajeno a los valores de un Estado de derecho», recalcó. Defendió que la calidad de la seguridad en una ciudad no se mide solo por cuántos crímenes se cometen.