Transporte

Comienza la cruzada contra el coche

El Ayuntamiento pone en marcha la primera supermanzana de Barcelona ubicada en Poblenou pese al desconcierto de vecinos y conductores por la falta de información.

Los vecinos tendrán que decidir qué uso le dan a los nueve cruces ganados al tráfico rodado.
Los vecinos tendrán que decidir qué uso le dan a los nueve cruces ganados al tráfico rodado.larazon

El Ayuntamiento pone en marcha la primera supermanzana de Barcelona ubicada en Poblenou pese al desconcierto de vecinos y conductores por la falta de información.

Las superislas o supermanzanas son un viejo proyecto municipal que tiene como objetivo recuperar espacio para los peatones de manos del tráfico rodado. Es decir, coger un grupo de manzanas, nueve, y restringir el paso de vehículos en su interior. Con esta premisa, ayer entró en funcionamiento la supermanzana de Poblenou dentro del perímetro que delimitan las calles de Badajoz, Pallars, Laguna y Tánger. Pese a los esfuerzos del Ayuntamiento, la superisla cogió desprevenido a casi todo el mundo y la confusión se adueñó de Poblenou.

El fin de semana se presentaba largo para los técnicos del Ayuntamiento. Todo tenía que estar acabado para dar comienzo ayer a la prueba piloto de las superislas. El contorno de las nueve manzanas afectadas está ya claramente delimitado sobre el terreno, mientras vecinos, comerciantes y conductores empiezan a acostumbrarse a los nuevos carriles bucle, por los que no se puede circular a más de 10 kilómetros/hora, que dan acceso al interior de la supermanzana.

La queja más repetida, sin embargo, fue la falta de información. Los vecinos recibieron un folleto con la información de los cambios, pero, apuntaron, la fecha escogida no era la más adecuada al coincidir con la vuelta de las vacaciones. También lamentaron la pérdida de plazas de aparcamiento, unas cincuenta, mientras los comerciantes de la calle Pere IV, muchos de ellos dedicados a la venta y mantenimiento de vehículos, no dudaron en culpar al Ayuntamiento de las nuevas dificultades con las que tendrán que lidiar sus negocios. Por todo ello, la Guardia Urbana reforzará su presencia en este espacio durante los próximos días. Además, un equipo de informadores sobre el terreno se encargarán de repartir diez mil folletos con los nuevos itinerarios posibles.

La concejala de Movilidad, Mercedes Vidal, aseguró que la supermanzana de Poblenou transforma el concepto tradicional de una calle para coches en un espacio abierto a múltiples actividades lúdicas y ciudadanas. Vidal reconoció que «habrá que hacer mucha pedagogía» para explicar correctamente el proyecto a los conductores y los vecinos. El Ayuntamiento, por lo tanto tiene el reto por delante de conseguir la implicación vecinal en el proceso participativo que se abre a partir de ahora para decidir el futuro de los cuatro cruces liberados. Además, desde ayer y hasta el 22 de septiembre, más de 200 alumnos de la Confederación de Talleres de Proyectos de Arquitectura, integrada por varias escuelas de arquitectura de Barcelona y de Cataluña, implementarán ideas destinadas a fomentar la recuperación del espacio público para la ciudadanía en el Poblenou. Hasta el 11 de septiembre, los estudiantes harán el diagnóstico y las propuestas para, a partir del día 12, comenzar a implantarlas en la supermanzana.

El Consistorio se defendió de las voces críticas con el proyecto recordando que el plan de movilidad de 2014, aprobado por el gobierno de Xavier Trias y con el apoyo de todos los partidos, ya preveía la implantación de las supermanzanas por toda la ciudad. «Es un mandato ciudadano y un mandato político», dijo Vidal. Y añadió que en Poblenou «los cambios en la movilidad son definitivos». Los posibles usos que se planteen a partir de ahora, sin embargo, «sí serán provisionales, en fase experimental, para ver cuáles funcionan mejor».