Cáncer

Cristina Saura: «El 85% del cáncer de mama se diagnostica en un estadio que es curable»

La celebración el pasado jueves del Día Mundial del Cáncer de Mama ha dado visibilidad a la implicación de las propias pacientes en la búsqueda de recursos para superar la enfermedad.

Cristina Saura/médico
Cristina Saura/médicolarazon

La celebración el pasado jueves del Día Mundial del Cáncer de Mama ha dado visibilidad a la implicación de las propias pacientes en la búsqueda de recursos para superar la enfermedad.

–¿Qué mensaje enviaría en el contexto del Día Mundial del Cáncer de Mama?

– Creo que el mensaje siempre tiene que ser positivo. El cáncer de mama por suerte se diagnostica en más del 85% de las mujeres en un estadio en el que es curable. Tenemos que seguir aconsejando a las mujeres que se adhieran a los programas de mamografías de cribado poblacional para ayudarles a conseguir este objetivo, que es que la mayoría de las mujeres se diagnostiquen cuando son curables, y a la vez, creo que el mensaje ha de ser positivo por todos los avances que estamos haciendo en investigación, que se pueden aplicar tanto a las pacientes que tienen un tumor curable como a las pacientes que se diagnostican cuando ya no son curables o que han tenido una recaída; ahí la investigación tiene un papel muy importante para mejorar su supervivencia.

-¿Qué sentido tiene el Día Mundial del Cáncer de Mama? ¿Con qué finalidad se celebra anualmente y por qué hay tanta movilización social en torno a este día?

–El sentido está en que siempre es buena una excusa para hablar de una enfermedad en la que tenemos que seguir invirtiendo recursos en investigación para seguir mejorando el pronóstico de las pacientes con cáncer de mama y tenemos que seguir escuchando sus demandas. La gran movilización que existe al rededor del cáncer de mama creo que es porque, con estas altas tasas de curación, tenemos en nuestra población mucha gente curada de un cáncer de mama y que vuelve a su vida normal. Tenemos que empezar a escuchar y dar respuestas, ya no solo como médicos, sino como sociedad. Las mujeres que se curan de un cáncer de mama tienen aspectos que hay que abordar a nivel laboral, de maternidad, de ejercicio físico, de salud... Hay muchos temas que, o se los ofrecemos, o ellas mismas se organizan. Las mujeres con cáncer de mama crean sus propias organizaciones. Por ejemplo, este año, aquí, en el Hospital Vall d’Hebron, se ha constituido la asociación de pacientes de cáncer de mama del hospital, que se llama ‘Endavant Chicas’, lo que quiere decir que, a lo que no encuentran respuesta, ellas mismas se organizan para buscarla.

-Así pues, ¿el cáncer de mama se cura? ¿Las mujeres que superan esta enfermedad pueden tener una buena calidad de vida?

Un alto porcentaje de pacientes se cura, más del 85%. Las pacientes que se han curado es verdad que a veces pueden tener ciertas secuelas según los tratamientos que hayan recibido y para nosotros un aspecto muy importante, en el que estamos trabajando es el dar realmente tratamientos curativos cada vez lo menos agresivos posibles. Ahí la investigación nos ha ayudado mucho y, en los últimos años, para pacientes que se han curado y en las que tenemos que decidir cuál es el mejor tratamiento para prevenir recaídas, se han incorporado ya a nuestra práctica estándar unas plataformas génicas, que nos ayudan a estimar mejor el riesgo de recaer y ahí conseguimos, muchas veces, evitar la quimioterapia, que tiene efectos secundarios a corto y largo plazo.

–¿Su incidencia va en aumento o es estable?

–La incidencia es relativamente estable, lo que pasa es que la prevalencia cada vez aumenta más; cada vez tenemos en la sociedad más gente que ha sufrido un cáncer de mama en algún momento de su vida y, como se ha curando, entra a formar parte de estas pacientes curadas que siguen en nuestra sociedad. Este porcentaje de pacientes curadas explica la gran movilización que hay al rededor del cáncer de mama y todas las iniciativas que se organizan a lo largo del todo el año, porque ellas tienen unas necesidades a las que buscan respuesta y cada vez se puede hablar más de las pacientes empoderadas. Ellas mismas quieren formar parte de su historia, que la investigación se dedique a estudiar sobre el cáncer de mama, quieren que se inviertan recursos y, si la administración pública no los da, ellas se encargan de recogerlos haciendo todo tipo de cosas.

–¿Hay un perfil de paciente?

–Se puede distinguir un perfil de paciente que quiere saber más o menos de su pronóstico, y de ahí también su implicación. En la medicina española estábamos más acostumbrados a una medicina más directiva, en la que el médico le decía a la paciente qué tenía que hacer, y estamos entrando en un modelo más dinámico, en el que la paciente cada vez más toma parte en las decisiones de su tratamiento. Luego hay otras pacientes que quizá todavía no están preparadas para tomar parte en esas decisiones y preferentemente se dejan guiar más por las recomendaciones.

–¿Cuáles son las principales armas de las que disponemos para luchar contra esta enfermedad?

–En cáncer de mama disponemos de tres grandes armas de tratamiento, que son la quimioterapia que se puede utilizar en cualquier tipo de tumor; el tratamiento hormonal y algunos anticuerpos. Hoy en día ya no hablamos del cáncer de mama como una enfermedad única, sino que hablamos de tres grandes tipos de tumores: el más frecuente son los tumores luminares, que se caracterizan por expresar receptores de estrógeno o de progesterona. Estos tumores afectan más o menos al 80% de la población que sufre esta enfermedad y en este tipo de tumores podemos utilizar tratamientos hormonales, a veces combinados con fármacos dirigidos y en ocasiones usamos la quimioterapia. El segundo grupo de tumores son los Her2 Positivos, que representan en torno al 10-12% de los tumores, y sabemos que el crecimiento de estos tumores está guiado por la expresión de un receptor en la superficie, que es el Her2. En estos tumores, además de usar la quimioterapia, es muy importante utilizar algún tratamiento dirigido contra esta proteína, el Her2. En los últimos años se han aprobado fármacos que han cambiado radicalmente la supervivencia de las pacientes. El tercer grupo de pacientes. que llamamos Triple negativas, que son al rededor del 8-10% de la población, son pacientes que no expresan ni el receptor de estrógeno, ni el de progesterona, ni el Ger2 y en estos casos, el arma más frecuente es la quimioterapia, pero hay además dos grupos de fármacos muy interesantes para ellas: la inmunoterapia y los anticuerpos.

–¿Cómo se ha avanzado en los últimos años en el tratamiento de la enfermedad?

La aprobación de fármacos en los últimos años ha cambiado radicalmente el pronóstico de las pacientes. La investigación se dirige a que las pacientes vivan más y mejor.