Política
Daniel Serrano: «Nuestra ambición es que Vox vuelva al PP»
Daniel Serrano, secretario general del PP, conversa con LA RAZÓN en la antesala del inicio de un nuevo año que se presume cargado de citas electorales. El primer reto serán las elecciones municipales del 26 de mayo.
Daniel Serrano, secretario general del PP, conversa con LA RAZÓN en la antesala del inicio de un nuevo año que se presume cargado de citas electorales. El primer reto serán las elecciones municipales del 26 de mayo.
-¿Cómo se invierten unas perspectivas electorales tan a la baja?
-Con un proyecto de partido y para Cataluña. El proyecto de Alejandro Fernández es claro y nítido, que se trata de recuperar los valores del centro-derecha, que ahora nadie representa en Cataluña. Los militantes vuelven a reconocer al PP. Quizá cuando estás gobernando en España te centras más en la gestión que en los principios y valores.
-¿Cómo se contrarresta a Cs?
- Estamos convencidos de que con un proyecto claro y nítido vamos a recuperar el espacio electoral perdido. El centro-derecha solo lo ocupamos nosotros. Cs es un movimiento progresista.
-¿ Y a Vox?
-Para nosotros Vox no será un problema si el PP es lo que es en estos momentos, en el que la gente puede reconocer al PP de siempre. En Vox tenemos buenos amigos, empezando por Santiago Abascal. Vox puede peensar lo mismo pero no nos pueden dar lecciones en la defensa de la unidad de España o el libre mercado. Su vocación no es gobernar, es ser un partido muleta. En Vox está nuestra gente y por tanto nuestro objetivo y ambición debe ser volver a recuperar a esa parte descontenta. La ambición final es que Vox vuelva al PP, porque nace de él. Su líder proviene del PP, y el PP no se puede entender sin Ortega Lara.
-Es decir, ¿plantea una integración de Vox en el PP?
-Al final son los electores los que deciden, si los electores ven que para echar al PSOE el voto útil es el PP y se le vota de forma suficiente para que sea el partido troncal del centro-derecha en España tiene poco sentido votar a una fuerza política que pueda sacar dos o tres escaños, y que quizá permita que la izquierda acabe gobernando en España. Estamos convencidos de que si nosotros hacemos lo que tenemos que hacer, los electores le dirán a Vox que lo que hay que hacer es volver a integrarse en la que fue su casa, que es el PP.
-¿Qué diagnóstico hace del desplome del PP en Cataluña?
-Han ocurrido muchas cosas y los problemas, sobe todo, han venido por la gestión que ha hecho el PP durante sus gobiernos en España. Por ejemplo, mucho votante nuestro en Cataluña no entendía que el PP no exigiera cumplir las sentencias sobre el bilingüismo en la escuela pública; o, no han entendido que se permitiera una consulta de pseudoterminacion. El Gobierno tendría motivos y razones para dejar hacer aquel «butifarréndum», que no tuvo ningún efecto jurídico pero si político y emocional para nuestros votantes. A mi me lo dijeron muchas veces, se sintieron abandonados. Cuando se sienten abandonados, te dejan de votar.
-¿Y la confianza se recupera solo con el 155?
-El 155 no es un proyecto, es una reacción al desafío permanente de los separatistas en la Generalitat.
-Entonces, ¿cuál es el proyecto para liquidar el procés?
-Inversión del Estado en Cataluña. Creo que hay una parte de la sociedad catalana que es invisible para los separatistas y hay que dotarla de instrumentos para que pueda competir con los independentistas.
-¿En qué concretaría esa inversión del Estado?
-De entrada, que se recupere la visibilidad en Cataluña. Que el Estado apueste y ayude económicamente a aquellas entidades que promuevan la pluralidad en Cataluña y el reconocimiento de Cataluña como parte importante de España. También promoviendo las instituciones del Estado que están en Cataluña. Es decir, fortaleciendo el Estado en Cataluña, ayudando a esa parte de la sociedad a que no sea invisible. No estamos compitiendo de tú a tú y por eso en las encuestas se mantienen de forma estancada las dos partes. Es una política de Estado, que se mantenga en el tiempo y pactada entre los partidos constitucionalistas.
-En este sentido, ¿cómo ve la celebración de un Consejo de Ministros?
Nos parece bien, como si se hiciera en Bilbao o Vigo, pero el problema no lo solucionas trasladando el Consejo de Ministros. Este problema se empieza a solucionar con el 155 y cesando a Torra.
-¿Qué objetivos se han marcado para las elecciones municipales?
-Los objetivos nos los marcaremos cuando concretemos cuántas candidaturas presentaremos en Cataluña. Vamos a estar en tantos municipios que representan al 85 por ciento de la población de Cataluña. A nadie se le escapa que ante el clima de presión creado por los separatistas, tendremos dificultades en determinadas zonas para presentar candidaturas. No podemos pedir a nuestros militantes que sean héroes permanentes.
-¿Han sopesado presentar una coalición constitucionalista junto a Cs en determinados municipios?
-No lo hemos valorado porque los proyectos son distintos, de la misma forma que no vamos de la mano en Barcelona. Cs ha decidido renunciar a sus siglas para que Valls lidere una candidatura que va desde el catalanismo moderado al centro izquierda. No queremos renunciar a nuestras siglas.
-En 2015, el PSC fue determinante para quedaros sin dos alcaldías –Castelldefels y Badalona- y, una de ella se la entregó al independentismo. ¿Han hablado sobre esto para evitar que vuelva a ocurrir en 2019?
-Creo que es mejor hablar después de las elecciones. Hubo conversaciones en ese sentido el año pasado, pero lo más prudente es esperar a que el ciclo electoral pase.
-¿Cómo surge la candidatura de Josep Bou para Barcelona?
-En Barcelona se había llegado a la conclusión de que la mejor opción era buscar una cara nueva, con impulso. Vimos en el candidato Bou un hombre valiente. Fíjese si hemos acertado, que Bou se ha convertido en una semana en la bestia negra de los separatistas y Colau.
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