Derbi formaliza el ERE y cierra las puertas de su fábrica tras 90 años de historia

El nuevo conseller de Empresa, Felip Puig, tras colgarse medallas del anuncio de Nissan de fabricar su nuevo modelo en la planta de Barcelona, tiene ante sí su primera gestión de calado de la legislatura.

El nuevo conseller de Empresa, Felip Puig, tras colgarse medallas del anuncio de Nissan de fabricar su nuevo modelo en la planta de Barcelona, tiene ante sí su primera gestión de calado de la legislatura. Y es que la emblemática firma de motocicletas catalana, Derbi, cuenta los días para su desaparición. La multinacional italiana Piaggio, propietaria de la marca, presentó ayer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para despedir a los 98 empleados de la planta de Derbi en Martorelles (Barcelona).

Hace dos años, Piaggio anunció su decisión de cerrar la planta catalana para trasladar la producción a Italia, pero pospuso el cierre de la fábrica a la espera de encontrar un inversor. En junio del año pasado, la plantilla aceptó un ERE de suspensión temporal con el objetivo de alargar la producción hasta hallar una alternativa industrial. En los últimos meses se había barajado la posibilidad de que el grupo inversor de origen suizo Giba Holding fabricase su vehículo biplaza descapotable giba Jaca en la planta de Martorelles (Barcelona). Aunque, finalmente, ha cerrado un acuerdo para comprar una fábrica más grande y más moderna en Santa Oliva (Tarragona). El conseller Puig acusó a la multinacional de «intransigente» por no permitir la negociación con otros grupos del sector del motor.

El presidente del comité de empresa de Derbi, Diego Moriña explicó que, aunque en Martorelles trabajan «unas 130 personas» -hubo 20 prejubilaciones recientemente-, los despidos solo afectan a la unidad productiva. Y es que, cuando Piaggio tomó el control de Derbi, separó el personal en dos empresas: una donde reunió al personal ligado a la producción y otra en la que está el personal relacionado con recambios, expediciones o bien técnicos de diseño, entre otras funciones. Así pues, quedan fuera del ERE presentado por Piaggio esta treintena de personas vinculadas a las funciones no productivas.

A partir de la presentación del ERE, la dirección y los sindicatos tendrán 30 días para negociar las condiciones de los despidos, y los trabajadores calculan que el cierre definitivo se producirá a finales de marzo, tras la resolución de la administración.