Policía
Desalojadas dos fiestas al incumplir la normativa
Exceder el aforo y la hora de cierre, los motivos
La Guardia Urbana de Barcelona desalojó, en el marco del operativo de la celebración de fin de año, dos fiestas organizadas, una, en una discoteca de la calle Tarragona y, otra, en una sala situada en la plaza Santes Creus del distrito de Horta-Guinardó. Sobre las 5.15 horas, el establecimiento «Samba Brasil» permanecía abierto a pesar de que la licencia del local sólo lo permite hasta las 4.00 horas. Además, en el interior se divertían y bailaban más de 400 personas, cuando el aforo permitido es de 167. Por todo ello, la Guardia Urbana procedió a desalojar la fiesta como también lo hizo, sobre las 11.00 horas, en la discoteca «Àtic». Unas 700 personas seguían festejando el nuevo año a esas horas, a pesar de que el local no posee licencia de «after hour». Los encargados de la sala fueron advertidos por la Policía barcelonesa sobre las 8.00 horas, aunque hicieron caso omiso, por lo que finalmente la Guardia Urbana decidió actuar tres horas más tarde y clausurar una fiesta que parecía no tener fin. Pero estos no son los únicos establecimientos que han sido inspeccionados en los últimos días a instancias del Ayuntamiento de Barcelona. La tragedia vivida en la capital española hace dos meses, cuando cinco chicas murieron atrapadas por un alud humana en el polideportivo Madrid Arena, ha supuesto que no sólo locales madrileños fueran inspeccionados y clausurados por no cumplir la normativa, sino también muchos barceloneses y de otras localidades. El objetivo: comprobar que se cumple la normativa para garantizar la seguridad en macro fiestas o locales de gran aforo. Así, en la Ciudad Condal también fueron revisados el Poble Espanyol o el Palacio de Congresos que, sin detectarse irregularidades, pudieron celebrar la fiesta de Fin de Año tal y como estaba previsto. Sin embargo, no ocurrió lo mismo en Viladecavalls. Los Mossos d'Esquadra denunciaron que en una masia, sin licencia de discoteca, se estaba preparando una macrofiesta para fin de año por lo que la Generalitat acabó precintando el local de forma cautelar y abriendo un expediente sancionador. Asimismo, peligró hasta último momento la celebración que estaba prevista en una nave industrial de Castellar del Vallès. En una inspección, los técnicos detectaron deficiencias en la organización del espacio por lo que dieron a la organización de la fiesta un margen para solucionarlos. Una segunda inspección del recinto dio por buenos los cambios hechos y las 3.000 personas que esa noche pretendían celebrar la Nochevieja en la nave pudieron hacerlo. Otra sala que ha debido interrumpir toda actividad ha sido la sala polivalente «La Cúpula» de Las Arenas al incumplir también la normativa.
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