Trabajo

«Deseo que decidamos nuestro futuro como nación»

El presidente de la Generalitat admite que sus propósitos para Cataluña todavía quedan lejos

Mas, ayer, en el salón Mare de Déu de Montserrat, dirigiendo el mensaje de fin de año
Mas, ayer, en el salón Mare de Déu de Montserrat, dirigiendo el mensaje de fin de añolarazon

El proceso de autodeterminación ocupa de forma muy mayoritaria el espacio público en Cataluña. Lo impregna casi todo. Así se demuestra en cada uno de los pasos que da Artur Mas desde que volvió a ser investido presidente de la Generalitat. Ayer, en el tradicional mensaje de fin de año, se refirió de nuevo a su anhelo de que Cataluña tenga un Estado propio con estas palabras. «Muchos desearíamos una Cataluña que pueda ejercer su plena libertad y que toda la ciudadanía pueda decidir libremente su futuro como nación», dijo después de referirse a los graves problemas que atraviesa la comunidad catalana.

«Deseamos una Cataluña próspera, capaz de generar riqueza, bienestar y trabajo; una Cataluña capaz de reforzar la cohesión de su sociedad», afirmó el titular de la Generalitat, que calificó la situación socio-económica de «angustiosa». «Sé que las dificultades no se vencen con resignación, sino con espíritu de superación; que los obstáculos no se salvan con falta de empuje, sino con determinación; y que los retos no se superan con indiferencia, sino con compromiso y con pasión», argumentó para demostrar que nada le va a mover del objetivo de llamar a los catalanes a las urnas para ejercer la autodeterminación.

En todo caso, quiso ligar este objetivo al de la prosperidad social. «No hay proyecto nacional sin proyecto social y no hay proyecto social sin proyecto nacional», aseguró Mas, y añadió que «bienestar y justicia, junto a las libertades nacionales ha sido, es y será la lucha de tantas y tantas generaciones de catalanes para el futuro de este país».

El análisis del 25-N

Por otra parte, el presidente de la Generalitat quiso referirse a las recientes elecciones, que supusieron un severo varapalo para CiU, pero Mas pasó por alto la autocrítica e hizo otra interpretación. «Comprobamos que tenemos un país comprometido y muy vivo; un país diverso, plural, consciente del momento e ilusionado con el futuro», afirmó en alusión a la fragmentación del voto.

Siguiendo con el análisis electoral, el líder nacionalista opinó que la alta participación que se registró, de más del 70 por ciento, fue «un signo claro de vitalidad y de compromiso, y de madurez democrática», que, a su entender, evidenció que los catalanes quieren ser «protagonistas de nuestro destino, como pueblo y como sociedad, y cada uno de nosotros es un eslabón de una cadena que tiene todo el sentido si estamos todos».

La gravedad del momento

Durante su discurso, Mas también tuvo palabras para el año que ahora comienza y admitió que «no será sencillo», pues «aún hay muchas incertidumbres, muchos interrogantes, muchos problemas que se amontonan sobre nuestras mesas». Pese a esta situación, pidió que «la exigencia, la gravedad y la dureza de los tiempos actuales no estropeen ni entierren nuestra esperanza».

El presidente de la Generalitat concluyó su mensaje pidiendo que «entre todos, procuremos que el nuevo año sea un poco mejor que el que ahora acaba, y que nuestros propósitos, tanto personales como colectivos, lleguen a bueno puerto».