Elecciones catalanas

Desmontando la cadena humana

La Razón
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barcelona- «¿Vas a las Tierras del Ebro? Información y movilidad aquí». Es la entrada de la página web en la que la Asamblea Nacional Catalana (ANC) pide ayuda para llenar la cadena humana el próximo 11 de septiembre en las comarcas tarraconenses, el tramo más problemático para los organizadores de esta iniciativa inspirada en la que los países bálticos hicieron el 23 de agosto de 1989 para reclamar la independencia. La convocatoria, una vuelta de tuerca a la manifestación soberanista de la Diada de 2012 que acabó precipitando las elecciones autonómicas a mitad de legislatura, tropieza con múltiples obstáculos.

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Rebajar expectativas

Los organizadores quieren cubrir los 400 kilómetros que separan La Jonquera (Girona) de Alcanar (Tarragona) haciendo una cadena humana ininterrumpida. Buscan el impacto visual para reclamar la atención internacional sobre un proceso que, hasta la fecha, no levanta pasiones entre los mandatarios extranjeros. La convocatoria necesita unos 400.000 participantes, cifra notablemente inferior a las 600.000 personas que participaron el año pasado en la marcha independentista de Barcelona, según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno en Cataluña , y que los promotores elevaron a unos imposibles 2 millones.

Problemas en Tarragona

La convocatoria está siendo especialmente complicada en las Tierras del Ebro, donde faltan muchos tramos por llenar a medida que se acerca el límite con la Comunidad Valenciana. La ANC avisa que «es muy importante que ningún tramo de la cadena humana quede sin presencia de participantes» hasta el punto que «facilita» el desplazamiento a los «tramos más prioritarios», que van desde Les Cases d'Alcanar a El Perelló y L'Ametlla de Mar.

Un lema sin dobles lecturas

«Vía catalana hacia la independencia». El lema no deja lugar a dudas. Si el año pasado hubo quien se excusó para participar en la manifestación del 11 de septiembre en que no era únicamente independentista, los organizadores ahora han querido curarse en salud. Partidos como Unió e ICV se han mostrado partidarios de cambiarlo a favor de otro con el que se sienten más cómodos como es reclamar una consulta. La Asamblea Nacional Catalana, sin embargo, no quiere modificar ni una coma, aunque a medida que se acerca la cita ha dado muestras de que quienes reivindican un referéndum también caben en la convocatoria

Sin fotografía unitaria

Los esfuerzos que Convergència hace para atraer al PSC al proceso soberanista parece que se reproducen con la cadena humana. El primer secretario de los socialistas es tan crítico con la iniciativa en la que los convergentes se han volcado como lo es el PP con la convocatoria de una consulta. Pere Navarro cuestiona desde el coste hasta la idoneidad de la iniciativa, aunque desde el sector crítico le volverán a plantar cara y participarán en esta cadena humana, que pone en un aprieto a Unió y también hará que en ICV se practique aquello de que cada cual que actue como le parezca oportuno.

Mas no acude a la convocatoria

Artur Mas podrá ver en directo desde el Palau de la Generalitat el tramo de la plaza Sant Jaume, al que no se sumará aunque se haya convertido en el principal defensor del independentismo. Tampoco participará en la iniciativa la presidenta del Parlament, Núria de Gispert. Los organizadores sí cuentan con los miembros del Govern y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, cuya participación cuestiona el popular Alberto Fernández debido a su rango institucional.

La manifestación, más tarde

La cadena humana ha obligado a postergar unas horas la manifestación que tradicionalmente los grupos independentistas convocaban la tarde del 11 de septiembre. Los organizadores juegan con el simbolismo para convocar la cadena a las 17.14 horas, lo que hace pagar el pato a la marcha independentista, que no será hasta las 19.00 horas.

Independentismo «made in Marruecos»

La reivindicación del consumo de productos locales, a la que ahora hay que sumar un amplio «merchandising» soberanista, es una de las pautas del independentismo. Sin embargo, tal y como desveló LA RAZÓN, las camisetas de la cadena humana están hechas en Marruecos. Los organizadores defienden que el diseño de esta camiseta en un chillón tono amarillo que se puede comprar por 10 euros es ciento por ciento catalán.

La independencia como negocio

La camiseta es una manera de financiarse, pero no el único producto que ha surgido alrededor del negocio independentista. Entre la amplia literatura sobre el tema, esta semana se presenta «Per què sí a la independència?» (Deu i onze edicions) en el que el periodista Oriol March une las reflexiones sobre el tema de dos activistas de pro del independentismo, como son la presidenta de la ANC, Carme Forcadell, y su homóloga en otra organización clásica del sector como es Òmnium Cultural, Muriel Casals. Presionan a las «instituciones políticas del país» para «tomar decisiones», aunque avisan que «la sociedad civil tiene activada la vigilancia para supervisar que el camino que se tome sea el más adecuado».

Vínculo con la izquierda aberzale

Un informe policial, aireado por «El periódico de Catalunya», vincula a la izquierda aberzale con los soberanistas catalanes. Asegura que la campaña «Gure esku dago (Está en nuestras manos)», que quiere extender por el País Vasco y Navarra el derecho de autodeterminación, mantienen «especiales relaciones con organizaciones a favor del derecho a decidir» de Cataluña y Escocia. La izquierda aberzale tendrá su parte de protagonismo el próximo 11 de septiembre y participará en la cadena humana.

Amplio despliegue policial

La cadena humana obliga a realizar un amplio despliegue policial cuyo coste no ha sido desvelado. Será necesario movilizar a unos 2.000 agentes de los Mossos d'Esquadra para que no haya incidencias la citada jornada, en la que se prevén cortes de carreteras para garantizar la seguridad. Además, las policías locales estarán presentes en los tramos urbanos de la cadena trabajando en coordinación con los Mossos d'Esquadra.