Policía

Dormir al raso como protesta

Una decena de Mossos lleva seis noches pernoctando en la calle en Viella contra los recortes. Piden ir a un albergue de la Generalitat que está cerrado

En la imagen, los agentes de los Mossos durmiendo al raso, en el porche del Ayuntamiento de Viella
En la imagen, los agentes de los Mossos durmiendo al raso, en el porche del Ayuntamiento de Viellalarazon

Los Mossos d'Esquadra que protestan por la falta de alojamiento en Viella, en la comarca de la Vall d'Aran, ya son diez, y ayer pasaron su sexta noche al raso en el porche del Ayuntamiento de este municipio. Aseguran que no piensan desfallecer hasta que la conselleria de Interior les ofrezca una solución. Denuncian que se les ha ido recortando el sueldo y que no pueden costear al mismo tiempo su domicilio en Viella, su vivienda familiar (proceden de otras partes de Cataluña) y todo lo que comporta ser policías.

«El departamento deja a su Policía en la calle, y aparte de policías somos personas», denunció ayer a LA RAZÓN el caporal Albert Mesa, uno de los agentes que duerme al raso. Piensan seguir con la acampada indefinidamente hasta que Interior les ofrezca una solución. Han tenido que entregar las llaves de su piso de Viella y piensan que la mejor salida que les puede facilitar la conselleria es que puedan ir a dormir en un albergue de la cercana localidad de Les, que es propiedad de la Generalitat. Este establecimiento permanece cerrado actualmente.

Los Mossos acampados proceden de localidades tan lejanas de Viella como Sitges, Olot, Blanes y municipios de las comarcas del Ebro. Denuncian que no pueden dormir en comisaría, y evidentemente, teniendo en cuenta la zona y el momento, la gran queja es un frío que alcanza cada noche varios grados negativos.

Durante el día trabajan con normalidad, patrullando (es una comarca con un bajísimo índice de delincuencia), pero a partir de media tarde «tenemos muchas sensaciones, las optimistas son que no desfallecemos y que estamos unidos, pero también hay sensaciones negativas, como que no esperábamos una respuesta tan dura de Interior, por indirecta», explicó Mesa. Hasta el momento, la conselleria ha declinado valorar la situación, mientras que estos agentes denuncian que la administración evita cualquier tipo de negociación.

Este mismo problema puede ir a más en las relativamente cercanas comarcas de Alta Ribagorça, Cerdanya y Alt Urgell, en las que también hay destinados Mossos d'Esquadra que viven en sitios lejanos.