El Ayuntamiento ultima para mayo el multireferéndum

Hasta la fecha, el Consistorio ha recogido tres propuestas para la consulta si consiguen 15.000 firmas.

Tras el estallido del 15M, los partidos surgidos al calor de aquellas movilizaciones pusieron sobre la mesa incrementar las formas de participación ciudadana. Sobre el papel, al menos. Y la Barcelona en Comú de Ada Colau no fue una excepción. No obstante, lo que debía de ser una constante de la legislatura se ha convertido en un comodín de fin de mandato. La multiconsulta, una suerte de cuestionario anual a los ciudadanos, echó a andar en los últimos meses del año pasado con la esperanza de ponerse en práctica esta primavera. En mayo, más concretamente, a pesar de los recursos interpuestos por la Cámara de Concesionarias y la Delegación del Gobierno.

Colau consiguió aprobar su multiconsulta en octubre del año pasado con los votos de Bcomú y el PSC, entonces en el gobierno municipal. Las preguntas a los ciudadanos sólo podrán versar sobre cuestiones de competencia municipal y los resultados no serán vinculantes, pues no es legal; serán los partidos del pleno los que decidan si aceptan o no dichos resultados. El contenido de la consulta lo podrán proponer el gobierno de la ciudad, los grupos municipales o los vecinos, previa recogida de 15.000 firmas.

Así, la consulta durará una semana entera con tres preguntas vinculadas a la gestión del agua, la gentrificación y la memoria histórica. De hecho, Gala Pin, concejala de participación ciudadana, anunció el 16 de enero pasado que sacaría adelante la multiconsulta a pesar de la «beligerancia judicial». Cada día se podrá participar con voto electrónico, a través de la plataforma Decidimos Barcelona, la web que el Ayuntamiento ya tiene activo para procesos participativos. Habrá que registrarse, pero el sábado y el domingo también habrá la posibilidad de votar presencialmente “con urnas” en un punto para cada uno de los 73 barrios de la ciudad. Podrán votar todos los empadronados en la capital catalana mayores de 16 años.

La multiconsulta, sin embargo, no ha sentado nada bien a empresas tan arraigadas en la ciudad como Agbar. No en vano, la primera pregunta, «¿Quiere usted que la gestión del agua en Barcelona sea pública y con participación ciudadana?», les afecta directamente. Se trata de una cuestión sugerida por 50 entidades de la ciudad que ponen como ejemplo lo sucedido en París, Berlín o Buenos Aires, donde ya funcionan modelos similares. Desde la iniciativa ciudadana Remunicipalizar Barcelona, piden «que los conocimientos sobre la gestión del agua vuelvan a los responsables políticos». A su juicio, si la gestión fuese municipal, se reducirían costes en la factura y aumentaría la transparencia.

En segundo lugar, «¿está usted de acuerdo en que se cambie el nombre de la plaza de Antonio López por el de plaza de Idrissa Diallo en un acto de reparación histórica?». Esta es la pregunta propuesta por Cerremos los CIE y Metromuster a los ciudadanos de Barcelona. A falta de conseguir las firmas, su objetivo es quitarle el nombre a Antonio López y López de la plaza, un conocido mercader del siglo XIX que hizo fortuna traficando con esclavos. Desde estas entidades piden que se retire este homenaje al comerciante y que se rebautice la plaza con el nombre de Idrissa Diallo, un joven de 21 años que murió cuando estaba interno en el CIE de la Zona Franca en 2012. Como consecuencia de este incidente, nació la plataforma Cerremos los CIE.

En tercer lugar, «¿quiere que el Ayuntamiento adquiera la parcela de la ronda de Sant Pau, 46, para poner en marcha un proyecto piloto con 50 viviendas públicas y garantizar la continuidad del Gimnasio Social Sant Pau?». El objetivo es que los vecinos de cualquier nivel económico puedan acceder a pisos en la ciudad independientemente de sus ingresos.

El Ayuntamiento insiste. La multiconsulta sigue adelante.