Infraestructuras
El conflicto por la capilla de la Misericordia entre Macba y CatSalut se recrudece
El museo presenta un proyecto de ampliación del Cap del Raval Nord que no gusta a Sanitat
El museo presenta un proyecto de ampliación del Cap del Raval Nord que no gusta a Sanitat.
Quién quiere un remiendo cuando puede tener un traje nuevo. Los responsables de CatSalut insisten que quieren un nuevo Cap en la actual capilla de la Misericorida, edificio adyacente al Macba, y no aceptan el proyecto de última hora que ha realizado una comisión técnica organizada por la conselleria de Cultura, el Icub y el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) y que proponía una ampliación del actual Cap del Raval a través de la construcción de un edificio adyacente que se levantase en la actual plaza Terenci Moix. El ayuntamiento, que se lava las manos en este asunto y asegura que acatará los deseos de Sanitat, intentará buscar ahora otras alternativas si finalmente se desecha por completo esta nueva posibilidad.
El consorcio del Museo, formado por Ministerio de Cultura, Conselleria de Cultura e Icub, además de la Fundación Macba, recibió con optimismo el nuevo plan propuesto por la comisión técnica para conseguir algo que ahora parece más difícil que nunca, que las viejas aspiraciones de una ampliación del Cap, que se remontan a doce años atrás, y la ansiada ampliación del Macba, puedan hacerse las dos realidad. «Hay que pensar en la ciudad y conseguir que tanto los vecinos tengan el tratamiento asistencial que se merecen, y que Barcelona tenga el museo que necesita, ahora y en el futuro», aseguró ayer Ferran Barenblit, director del Macba.
Según este estudio de encaje volumétrico, según las necesidades planteadas por los técnicos de CatSalut, la ampliación del ambulatorio se realizaría en «un nuevo volumen, que aprovecharía el desnivel que hay entre el Dispensario Antituberculoso, edificio patrimonial de Josep Lluís Sert, y la plaza adyacente Terenci Moix. Este nuevo edificio en altura, que contaría con 450 metros cuadrados por planta, conectaría a nivel de calle en la plaza Terenci Moix con el Dispensario Antituberculoso. La ampliación propiciaría un aumento de superficie desde los 2.000 metros cuadrados actuales a más de 3.800.
Según los responsables de CatSalut, este proyecto tiene varios problemas, como la necesidad de construir en una plaza pública, con lo que los trámites para cambiar los usos del espacio podrían retrasar mucho el inicio de las obras. Además, se construiría sobre una subestación eléctrica en desuso, lo que, argumentan, no es lo más aconsejable para un centro de salud.
El Macba asegura que no tiene plan B para su ampliación y que trabaja con la idea de culminar su plan en la capilla de la Misericordia en 2022. Sin embargo, si no llegan a un entendimiento con CatSalut, en febrero el pleno del Ayuntamiento podría rebocar la cesión por 30 años del espacio al Macba y otorgárselo a Sanitat. El tiempo corre y no parece que sea a favor de la cultura.
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