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El día en que «Hamlet» debió haberse titulado «Ofelia»

El Liceo acoge el «Hamlet» de Ambroise Thomas en versión concierto con el dúo Damrau-Álvarez

Celso Albelo, (Laërte), Eva-Maud Hubeaux (la reina Gertrude), Diana Damrau (Ofelia) y Carlos Álvarez (el príncipe Hamlet) ayer en la platea del Liceo
Celso Albelo, (Laërte), Eva-Maud Hubeaux (la reina Gertrude), Diana Damrau (Ofelia) y Carlos Álvarez (el príncipe Hamlet) ayer en la platea del Liceolarazon

Según Harold Bloom, Hamlet es el personaje más poderoso de la historia de la literatura. Su célebre soliloquio en que emite su lastimero «ser o no ser» es uno de los monólogos más ansiados por cualquier actor.

Según Harold Bloom, Hamlet es el personaje más poderoso de la historia de la literatura. Su célebre soliloquio en que emite su lastimero «ser o no ser» es uno de los monólogos más ansiados por cualquier actor. Allí está en esencia el personaje, lastrado por la duda, avasallado por los terribles actos que suceden a su alrededor. Junto a él está Ofelia, epítome de la enferma de amor. Ella no duda, sabe lo que quiere, y eso es a Hamlet. Cuando éste la rechaza, su final será irremediable. Así, tanto el que duda, Hamlet, como la que no, Ofelia, tienen el mismo destino, la muerte. ¿Quién es más interesante, entonces, el ser, Ofelia, o el no ser, Hamlet? Sólo una cultura patriarcal podría preferir al que elige no ser, al hombre. Ofelia es el personaje por excelencia de «Hamlet» y la historia debería centrarse más en ella.

A pocos días de las reivindicaciones feministas del 8 de marzo, el Gran Teatro del Liceo estrena la versión concierto de «Hamlet», un viejo proyecto de Christina Scheppelmann, directora artística del Liceo, que por fin ve la luz. El director de orquesta israelí Daniel Oren toma la batuta con un elenco de gran calado con Diana Damrau en el personaje de Ofelia y Carlos Álvarez en el papel del patológico príncipe Hamlet. «¿Cuántas veces puedes decir en tu vida, “ser o no ser”. Yo voy a poder decirlo dos veces, y eso es un enorme privilegio», señala Álvarez, para quien la obra «siempre tiene un elemento de crítica social evidente y que en el día de la mujer no podía faltar. Hay que utilizar la lírica como acto reivindicativo, no sólo como objeto de deleite estético e intelectual», recordó Álvarez.

Por ello, la gran estrella de la pieza es Diana Damrau en el triste personaje de Ofelia, alguien castigada por querer ser, o sea un personaje que en realidad encapsula todo el sufrimiento represivo que ha sufrido la mujer a lo largo de la historia. «La ópera está llena de grandes personajes femeninos, de prima donnas como Lucia de Lammermoor, las reinas de Donizetti o las grandes cortesanas castigadas por querer vivir a su manera. Aquí vemos a una Ofelia bien educada, muy enamorada de Hamlet, que trata de ayudarlo, pero que demuestra que detrás de un amor fuerte puede haber una fuerte decepción. Ella es todo sobre sentimientos, no hay que hacer política con ella, sólo dejarse arrastrar», señala Damrau.

Voces privilegiadas

El 7 y el 10 de marzo el Liceo acogerá así dos funciones de un «Hamlet» que cabalga entre la grand opera y el bel canto y que cuenta con momentos memorables, sobre todo los protagonizados por Ofelia. El elenco lo completan Celso Albelo como Laertes, y la joven Eve-Maud Hubeaux como la reina Gertrude. «La ópera es tan maravillosa que permite que yo puede hacer de madre de Carlos Álvarez», asegura la mezzo-soprano.

Este montaje debía haber subido a la ópera de Washington hace nueve años, pero el embarazo de Damrau, y un problema en las cuerdas vocales de Álvarez lo impidieron. Ahora se ha podido cerrar el círculo y los cuatro solistas principales debutan en el rol. Todo un lujo.