Arte, Cultura y Espectáculos

El escultor polivalente

El Museo Diocesano reúne en una exposición la obra de Jaume Cases

Jaume Cases trabajando en la Sagrada Familia
Jaume Cases trabajando en la Sagrada Familialarazon

Jaume Cases no es un nombre muy conocido por el gran público, pero su producción es popular al estar vinculada a nombres como Gaudí, Disney o Mariscal. El Museo Diocesano le dedica una exposición con la que se reivindica una labor artística que ha sabido estar al servicio de otros autores, además de ser fiel a un estilo propio.

La muestra se abre con un recorrido por las colaboraciones que el artista ha realizado en el terreno de la ilustración, protagonizadas por personajes de la escudería de Disney o la Pantera Rosa. Son cómics que aparecieron en Holanda y en los que demuestra la habilidad para acercarse al trazo de los artistas que también han recreado el universo de estos personajes.

Duplicados en Australia

Cases también trabajó durante unos años como escultor para varios museos australianos. De esta serie, en el Museo Diocesano se exponen algunas de sus réplicas para estas instituciones. Son reproducciones muy fidedignas de piezas egipcias o prehistóricas, como la llamada «Venus de Willendorf».

Otro de sus hitos vino dado durante los Juegos Olímpicos de Barcelona. El escultor fue uno de los principales colaboradores de Javier Mariscal y él fue el responsable de convertir en escultura a Cobi, la mascota oficial del evento de 1992. Cases explicó ayer que «durante dos años y medio estuve trabajando con total libertad y facilidades en el estudio de Mariscal para resolver el problema de la volumetría de la mascota de los Juegos Olímpicos». Como aclaró, fue el responsable de que la famosa creación de Mariscal tuviera nariz y que aparecieran dedos en sus manos, «para que, por ejemplo, pudiera agarrar una raqueta y tuviera las diferentes versiones de la mascota en los diversos deportes». La exposición recoge algunos de los modelos iniciales que Sales realizó de Cobi.

Pero, según el esculto,r la obra de la que está más orgulloso es la que está relacionada con su labor en la basílica de la Sagrada Familia. Allí ha realizado varios trabajos, desde una maqueta monumental de la nave central, hasta 56 esculturas de ménsulas de ángeles en el ábside, alguna de las cuales se puede contemplar en la exposición, así como siete esculturas de capiteles florales y ángeles gaudinianos en la cripta.

«Se había destruído parte de las obras que había en la sacristía durante la Guerra Civil. Realicé los capiteles tomando como referentes las fotografías de época en la que se veían estas obras, aunque las reproducciones eran malas. Cuando acabé el primer capitel para la sacristía estaba muy orgulloso, era una de las mejores obras que había realizado. Pero, por desgracia, un loco entró en la sacristía y trató de quemarla, destruyendo ese trabajo mío. Por eso, tuve que volver a repetir esa escultura de memoria», rememoró el artista.