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El fin del sueño

La Razón
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La cena fue en noviembre del año pasado, juro que jamás revelaré su nombre, porque mi amigo indepe al que ahora ya zurran tratándolo de botifler y traidor a la Patria, me temo que tal y como están algunos de sus colegas pasarían a condenarlo a los fuegos de la hispanidad, solo por enterarse que de vez en cuando cena con un españolazo como yo, compartimos gintonics y nos intercambiamos puros.

Seguía mi amigo por entonces convencido que sí, que la independencia, que había durado 8 segundos, había quedado solo suspendida, y que pronto la implementarían.

Tras el segundo gintonic le pregunte; «Vale, si, pero ¿Cómo se implementa?»

-Todo empezará por la acción decidida en la calle de 20 o 30.000 personas, el Estado volverá a enviar las fuerzas represivas, Policía Nacional y Guardia Civil, los Mossos se pondrán del lado del pueblo de Cataluña y plantará cara a las fuerzas estatales. El Estado sacará como elemento de presión al Ejército y entonces el pueblo en masa obligará a la retirada.

Recuerdo que me acabé el gintonic de un sorbo, y le dije:

-Estáis fatal amigo, ni los Mossos se van a enfrentar con la Guardia Civil y la Policía, ni el Ejército tiene la más mínima intención de salir de paseo por la Diagonal.

El otro día me llamó para concertar nuestra próxima cena, lo encontré bajo de moral, las broncas entre indepes le deben tener muy afectado, pero sobre todo le había dejado muy tocado las escenas de los Mossos aplaudiendo a la Policía Nacional y estos devolviéndoles los aplausos, su conclusión fue tajante, entre los que quieren quemar las calles y escenas como estas, nos estamos equivocando.

Prometo contarles la próxima cena, y espero que mi amigo no lea este artículo.