Literatura

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El Fórum Edita acaba con un ojo puesto en los nuevos formatos de lectura

El audiolibro, diferentes soportes y plataformas, y los contenidos híbridos, serán clave para ganar lectores

De izquierda a derecha, Daniel Fernández, Patrici Tixis, Lali Gubern, Jorge Herralde, Carme Riera,Sergo Vila-Sanjuán y Javier Aparicio, ayer en la última jornada del Fórum Edita
De izquierda a derecha, Daniel Fernández, Patrici Tixis, Lali Gubern, Jorge Herralde, Carme Riera,Sergo Vila-Sanjuán y Javier Aparicio, ayer en la última jornada del Fórum Editalarazon

El audiolibro, diferentes soportes y plataformas, y los contenidos híbridos, serán clave para ganar lectores.

En el principio de los tiempos, las personas se reunían alrededor del fuego para contar historias. Con la aparición del libro, las historias orales se conservaron, pero la lectura seguía siendo en voz alta. En el siglo IV, San Agustín entró en la estancia de San Ambrosio y vio sorprendido cómo éste leía en silencio, sin mover los labios. Así se afianzó la lectura hasta nuestros días, como algo privado e interno. Pero el tiempo cambia, y según se pudo ver en el Fórum Edita que ayer cerró sus puertas, quizá pronto volvamos todos a la lectura oral, aunque en este caso sea a partir de terceras personas, con los famosos y aquí todavía ultraminoritarios audiolibros. El círculo se cierra y ¿toca volver a las reuniones alrededor del fuego a contar historias?

Daniel Fernández, presidente del Gremio de Editores de España, fue el encargado de clausurar el Fórum Edita, que durane tres días ha reunido a editores, escritores, libreros, responsables de bibliotecas, al sector en pleno, para hablar del futuro del libro. Si el foro arrancaba con el optimismo desfermado de Markus Dohle, CEO de Penguin Random House, el congreso ha servido para bajar el suflé y marcar en rojo sus múltiples riesgos. Lo que ha quedado claro es que la necesidad de arriesgar y experiumentar para intentar encontrar cuantos más lectores mejor sigue siendo la obsesión general y ya no sirve ofuscarse en viejas ideas. «No me interesa ponerme apocalíptico. Desde que empecé me han advertido de que el final del libro está cerca, así que ya no me lo creo. Sin embargo, no se puede decir que vivimos el mejor momento de la edición de los últimos 50 años. Hemos perdido muchos lectores y hay que mover muchas fichas para poder recuperarlos», aseguró ayer Fernández.

El presidente del gremio se describió como un editor del siglo XIX en pleno siglo XXI, así que mira el futuro con preocupación. «Hace tres años, fui a veranear con mi mujer y cada día veíamos en la playa a la misma mujer, una joven de suma belleza. Cada día la veía con el mismo libro forrado en negro. Podía cambiar de toallas, de bikinis, de bolsas, pero siempre venía con el mismo libro. Estuvimos dos semanas y no lo abrió ni un solo día, ni lo ojeó. El libro la servía como un elemento de belleza más, le hacía parecer más hermosa, más inteligente, mejor persona. Deberíamos decirla que le pase el libro a los políticos, a ver si se les pega algo», ironizó, dejando claro que el libro conserva su aura de prestigio y eso es un valor a potenciar.

¿Cómo potenciarlo? «Nuestros políticos se llenan la boca de Barcelona como capital cultural o hablan de fomento de la lectura, pero hoy no están aquí, no les interesa esta foto», criticó Fernández.