El Govern asume que Rajoy dirá no a la consulta y prepara otra ofensiva

Las cartas, como las bicicletas, son para el verano. Pero Mariano Rajoy, cuando el pasado 25 de julio recibió la carta de Artur Mas, en la que le pedía formalmente la convocatoria de una consulta soberanista, le llamó para avanzarle que no le respondería hasta después del verano. Aunque el gobierno catalán empezara anteayer a trabajar y los niños vuelvan al colegio el 12 de septiembre, oficialmente, el verano acaba el 23 de septiembre, fecha que ya viene bien al presidente del Gobierno para emitir su respuesta. Porque rechazar petición de Mas antes del 11 de septiembre no haría más que sublevar a los soberanistas.

La Generalitat da por hecha la negativa del presidente del Gobierno a que los catalanes puedan celebrar un referéndum. «Es difícil que Rajoy permita la consulta sin más», admitió ayer el portavoz del gobierno catalán y conseller de la Presidencia, Francesc Homs. Pero tampoco le beneficia atrincherarse en el «no», añadió, porque la petición de Cataluña para poder ejercer el derecho a decidir no es una iniciativa únicamente de Mas, auspiciada por el «calentón» de unos cuantos miles de catalanes durante la Diada del año pasado, es el «anhelo de país» que tiene una gran mayoría de catalanes.

Homs explicó que en la conversación telefónica que tuvieron Rajoy y Mas en julio «no aprovecharon» para hablar de cómo acabará la consulta, si el Gobierno dará luz verde o pondrá todas las trabas posibles para que la apuesta soberanista acabe siendo un camino sin salida. Apenas hablaron dos minutos, tiempo suficiente para que Rajoy le comunicara a Mas que había recibido su carta y que le respondería después del verano.

Aunque asume el «no» por respuesta, Homs puntualizó que se tendrá que ver cómo se explica esta negativa y cuáles son los matices. Porque hay discrepancias sobre si la Constitución permite convocar una consulta como la que pide Mas. El ex presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente defiende que hay instrumentos legales para consultar a los catalanes dentro de la ley, por ejemplo. El Govern trabaja ya en qué escenarios planteará según estos «matices», aunque Homs no quiso avanzar ninguno. Por lo pronto, el Parlament tiene previsto aprobar la ley de consultas en otoño. El Consell Assessor per a la Transició Nacional presentó en julio las vías alternativas. La Generalitat mantiene 2014 como año de celebración del referéndum y su intención es fijar la fecha a finales de año o a principios del que viene.

Ya sea por el devenir del proceso catalán o escocés, Homs se mostró seguro de que acabará habiendo un dictamen europeo sobre la separación de un territorio en el seno del bloque de la Unión Europea.