CUP

El Govern evita rehacer su relación con la CUP e ignora sus ofrecimientos

Los antisistema emplazan a Junts pel Sí a reconsiderar el referéndum unilateral de independencia en su propuesta, después de advertir de que la hoja de ruta soberanista y la cuestión de confianza están vinculadas

El Govern celebró, como cada martes, su reunión ejecutiva
El Govern celebró, como cada martes, su reunión ejecutivalarazon

Los antisistema emplazan a Junts pel Sí a reconsiderar el referéndum unilateral de independencia en su propuesta, después de advertir de que la hoja de ruta soberanista y la cuestión de confianza están vinculadas.

El Govern ni olvida ni perdona, por ahora, el desplante de la CUP a los presupuestos, tras el paripé navideño que acabó con el presunto acuerdo de estabilidad parlamentaria y obligó a Artur Mas a dar un paso hacia un lado. El tiempo dirá si cura este desmán, como cantaba Rocío Jurado, o si no hay reconciliacion alguna y da la razón a Joaquín Sabina, que afirma que «el tiempo ni es oro ni cura el dolor».

Después del «no» a los presupuestos de la CUP, el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, decidió que se someterá a una cuestión de confianza a la vuelta de las vacaciones. Como ni CDC ni ERC quieren volver a revivir el calvario de estar en manos de la CUP para sacar adelante los presupuestos de 2017, en caso de superar la cuestión de confianza, la moción irá acompañada de una propuesta presupuestaria y de una hoja de ruta soberanista revisada. La CUP, que vuelve a perfilarse como socio preferente para ayudar a Puigdemont a superar el debate, defiende un referéndum unilateral de independencia (RUI) como punto de encuentro entre las diferentes sensibilidades soberanistas. Pero el Govern desdeña su propuesta. La portavoz del ejecutivo catalán, Neus Munté, insistió ayer en que la CUP será un interlocutor más a la hora de negociar la cuestión de confianza.

Puigdemont y Oriol Junqueras están trabajando ya en su contenido y siguen teniendo la intención no no pactarlo previamente con ningún partido.

Además de defender el RUI, la CUP propuso sin éxito que el president convocara una cumbre con partidos y entidades para incorporarlo en la nueva hoja de ruta. Pero el Govern la rechazó. Aunque ERC avala el RUI, CDC considera que deja la consulta del 9-N en papel mojado. Para demostrar su voluntad de diálogo, la CUP dijo este lunes que el RUI no será una línea roja para apoyar la cuestión de confianza. Pero Munté reaccionó como si oyera llover. Dijo que la CUP ni puede poner condiciones a la cuestión de confianza, ni está en condición de exigir nada a los soberanistas tras romper el acuerdo que tenían. El Govern defiende que le corresponde sólo a él tomar la iniciativa sobre el contenido de la la hoja de ruta. La CUP replica que ésta y la cuestión de confianza van vinculadas. Cree que el Govern rechazó el RUI porque estaba en campaña y le emplazó a estudiarlo.