Cataluña

El Govern gastará «hasta donde sea necesario» para celebrar la consulta

Mas visitó ayer la ONG catalana Educo, dedicada a la educación de los jóvenes en Pune (India)
Mas visitó ayer la ONG catalana Educo, dedicada a la educación de los jóvenes en Pune (India)larazon

La celebración de la consulta soberanista en Cataluña supone una larga lista de dificultades. Comporta conflictos de orden político, jurídico y social, cuanto menos. Pero el dinero no es problema. La Generalitat ha presupuestado cinco millones de euros para su celebración, pero esta cantidad será «ampliable hasta donde sea necesario».

Así lo explicó ayer la vicepresidentad de la Generalitat, Joana Ortega, durante su comparecencia en comisión parlamentaria para explicar los departamentos del departamento de Gobernación. Según Ortega, la cantidad «podrá variar en función del grado de colaboración del Estado y de su administración electoral». El propio departamento de la vicepresidenta sugirió hace pocas semanas que el presupuesto final de la consulta podría alcanzar los 15 millones de euros –la mitad del coste de unas elecciones autonómicas–, pero ahora no se atreve a realizar un pronóstico firme. «Es una previsión envuelta de incertidumbre», dijo Ortega que, en todo caso, aseguró que no será «una barra libre».

Mientras la Generalitat engrasa la maquinaria para organizar la consulta, Artur Mas, que continúa su viaje oficial por India, recurrió a la ironía para comentar las recientes palabras de Mariano Rajoy, que advirtió de que Cataluña podría quedar fuera de la Unión Europea si se independiza. «Celebro mucho las declaraciones del presidente Rajoy porque si la amenaza es ésta quiere decir que ya se ha aceptado que haya una consulta y la posibilidad de que Cataluña tenga un Estado», dijo. Y remató el sarcasmo celebrando que «ya hemos avanzado en algo».

Mientras el presidente de la Generalitat se pronunciaba en estos términos, en Cataluña, el grupo parlamentario de CiU, presidido por Jordi Turull, anunció que Mas solemnizará la pregunta de la consulta antes de acabar el año, probablemente dentro de tres semanas. «Todos deberemos ceder en nuestros planteamientos porque si esto lo convertimos en ganadores y perdedores, no llegaremos a nada. Ceder no es ser incoherente, lo que sería incoherente es que por no eceder nada lo hagamos imposible», dijo Turull. Convergència, en cualquier caso, está plenamente convencida de que habrá acuerdo sobre la pregunta entre CiU, ERC, ICV y CUP.

Quizá por eso Mas prefiere fijar su mirada en otro horizonte, en el del diálogo con el Gobierno a pesar de la evidencia de que «no hay ningún indicio claro de que desde el Estado acepten la posibilidad de que haya una consulta en Cataluña». «Están en fase puramente de intoxicación, de meter el miedo en el cuerpo de la gente», acusó el presidente de la Generalitat. Ante este diagnóstico, el president exigió al Gobierno «un cambio de registro».