Cataluña

El Govern quiere detectar posturas radicales islamistas en las aulas

Los protocolos previstos por la Generalitat incluyen un mayor control en los colegios, pero también doblar la vigilancia antiterrorista en las carreteras y en los centros penitenciarios

La Razón
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Los protocolos previstos por la Generalitat incluyen un mayor control en los colegios, pero también doblar la vigilancia antiterrorista en las carreteras y en los centros penitenciarios

La conselleria de Interior presentó ayer una próxima aplicación de un protocolo diseñado para que la comunidad educativa pueda «detectar a tiempo fenómenos de radicalización en las aulas». Por lo tanto, será necesaria la ayuda de la conselleria de Educación. Por otra parte, se doblarán los controles antiterroristas en las carreteras catalanas.

El Consell Executiu, en funciones, aprobó que la próxima semana se reúnan ambos departamentos para cerrar un acuerdo que permita implementar un procedimiento de detección de radicalización islamista en los colegios. El conseller de Interior, Jordi Jané, aclaró que éste será uno de los tres protocolos para controlar este fenómeno en las aulas.

Ya se están implementando el procedimiento de ejecución penal –vigilando lo que sucede en los centros penitenciarios– y el de proximidad, que implica a los agentes de los Mossos que trabajan sobre el terreno, en la calle, con comunidades y con víctimas, y pretenden extenderlo a la Policía Local.

Colaboración necesaria

Explicó el conseller que, por ejemplo, tener la información de que un alumno abandona el centro escolar, sumado a la información que puedan tener los Mossos, «en alguna ocasión puede alertar de la necesaria actuación ante una radicalización». Reiteró que será muy importante la colaboración de la comunidad educativa.

Las aulas no serán el único ámbito en el que se actuará en materia antiterrorista. También las carreteras. En octubre, los Mossos identificaron a 3.571 personas en sus controles respecto a este peligro en las principales vías catalanas, sobre todo en puntos de acceso a las grandes ciudades, en las que se inspeccionaron 1.634 vehículos, según Jané.

El conseller reconoció que para doblar estos controles los miembros de la unidad antidisturbios de los Mossos (Brimo) tendrán que sustituir las horas de formación por horas de trabajo y que, en el global de la labor antiterrorista, los agentes tendrán que hacer horas extras para suplir la falta de efectivos, lo que redundará en las arcas de la Generalitat. Para paliar esta situación, volvió a insistir en la necesidad de que se pueda convocar una promoción de Mossos.

Apuntó que, en el marco del Programa Operativo Específico Antiterrorista (Poea), vigente desde hace meses en Cataluña, permanecen activados protocolos en las cárceles catalanas para la detección de radicalización islamista. Estos procedimientos también están activos actualmente en la labor diaria de proximidad de los Mossos, a través de las oficinas de atención a la comunidad o de atención a la víctima, así como en las policías locales, para detectar fenómenos de radicalización.

Además de doblar los controles antiterroristas en las vías de comunicación, los Mossos d’Esquadra también reforzarán, según Jané, su labor contra el terrorismo, que se centra en proteger colectivos potenciales de riesgo, puntos de afluencia masiva, infraestructuras del transporte y estratégicas, centros y organismos oficiales y en impulsar medidas de autoprotección para los agentes de la policía catalana.

Según los datos aportados por Jané, en los últimos tres años los Mossos han detenido a 16 personas en operaciones contra el terrorismo.