Impuestos

El Govern sube la presión fiscal situando en el 10% las transmisiones patrimoniales

La Razón
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Seis meses después de revalidar la presidencia de la Generalitat en lar urnas, Artur Mas todavía no tiene presupuestos. Y como todavía no sabe cuando podrá aprobarlos ni si acabará teniéndolos antes de que las campanadas de la Puerta del Sol despidan a 2013, ayer decidió aprobar un anteproyecto de ley que le permite subir el impuesto de transmisiones patrimoniales, el que grava la compraventa de viviendas de segunda mano, al margen de los presupuestos.

El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, explicó que el Govern acordó aprobar esta tasa «puntual» fuera del proyecto de los presupuestos para poder recaudar 50 millones adicionales en 2013, durante los cinco meses en los que funcione este aumento.

El incremento entrará en vigor el próximo 1 de agosto y supone un aumento del 8 al 10 por ciento. Mas-Colell alegó que sitúa el gravamen al mismo nivel que el IVA de los inmuebles nuevos. Este aumento, en términos anuales, permitirá ingresar al gobierno catalán 150 millones de euros, pero como sólo se aplicará entre agosto y diciembre, la Generalitat ganará 50 millones este ejercicio.

Desde 2008, año en que cae Lehman Brothers y la crisis se desmelena, la recaudación por el impuesto de transmisiones patrimoniales ha caído en la medida en que se ha frenado la compra de viviendas. En 2008, la Generalitat ingresaba 819 millones en un año a través del impuesto que grava la compra de inmuebles usados, mientras que el año pasado sólo recaudó 682 millones. A excepción del despunte de 2010, año en que se recaudaron 834 millones, coincidiendo con el último en que se aplicaba la desgravación por la compra de una vivienda habitual, la venta ha caído en picado. En 2009, el impuesto de transacciones patrimoniales generó 756 millones y en 2011, unos 750 millones.

Mas-Colell calcula que subiendo dos puntos el impuesto a la compra de viviendas usadas, la Generalitat volverá a recaudar una cifra similar a la de antes de que explotara la burbuja inmobiliaria, unos 832 millones, siempre y cuando se mantenga el ritmo de ventas. Esta medida no afecta a familias numerosas, a jóvenes hasta 32 años, a discapacitados ni a viviendas de protección, donde se aplica un tipo reducido del 5 y el 7 por ciento, respectivamente.

Mas-Colell avanzó que no subirá más impuestos al margen de los presupuestos, que no empezará a negociar hasta que sepa la cifra definitiva del déficit autonómico, en julio. El acuerdo de legislatura con ERC sopesaba poner en marcha una docena de tributos, entre ellos, recuperar sucesiones.