El Govern ultima la presentación de otra estructura de estado: el Meteocat

La Generalitat proyectará la semana que viene su servicio meteorológico como una herramienta de la República

La construcción de estructuras de estado en Cataluña es, en ocasiones, más sencilla de lo que parece. Basta con dar un aire épico a las herramientas que la Generalitat ya maneja en la actualidad para explicar que Cataluña no se detiene en su camino para convertirse en República. Eso es exactamente lo que planea hacer la Generalitat este martes, cuando tiene previsto realizar la presentación del «Servei Meteorològic de Catalunya dentro del Estado propio», coincidiendo con el día mundial de la meteorología.

El acto contará con la acostumbrada carga política que el conseller de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, suele imprimir a su gestión. El conseller aprovechará la ocasión para arremeter contra los impedimentos que el Gobierno coloca al Meteocat para participar en organismos internacionales de su ámbito. El pulso se enmarca en la tradicional disputa entre un organismo estatal y un organismo autonómico que despierta recelos por las duplicidades administrativas que genera.

La Generalitat, como es costumbre, realizará una cerrada defensa de uno de sus resortes de poder, una práctica clásica de los dirigentes nacionalistas cuya trascendencia, sin embargo, se ha elevado en los últimos tiempos. Lo que antiguamente se presentaba como una pequeña hazaña del autogobierno ahora se proyecta como síntoma de madurez de una nación adulta preparada para ir sola por el mundo. El ejercicio es habitual, por ejemplo, cuando los dirigentes soberanistas se refieren a TV3, buque insignia de las estructuras de estado.

Sin duda, a la Generalitat le gusta presumir de que sus instituciones tienen historia, y más aún desde que puso en marcha el proceso soberanista. La misma Generalitat suma más de 650 años. Y aunque el Servei Metereològic de Catalunya no tiene su origen en la Baja Edad Media, ni siquiera llega a los cien años,lo cierto es que le falta poco, ya que el primer registro de temperaturas mundial es de 1880 y el embrión del actual Meteocat se creó en 1921. Un año después de constituirse ya formaba parte de la OMI, la Organización Metereológica Internacional, precursora de la actual OMM (Organización Metereológica), reservada a los servicios metereológicos estatales. Suyo es el Atlas Internacional de las nubes de1930, publicado en inglés, y cinco años después traduciría al francés, alemán y catalán.

Hitos como los mencionados se pondrán de relieve en el acto del martes porque cualquier ocasión es propicia para realzar las herramientas de una Generalitat que aspira a romper las costuras del autogobierno y convertirse en estado independiente. En el caso del Meteocat, además, no existen contenciosos con el Estado que amenacen con una batalla de gran orden. Es, por tanto, un acto idóneo para complacer a los soberanistas que piden creerse el Estado antes de reivindicarlo.