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El libro cierra 2018 con un aumento del 2 por ciento de las ventas

El Gremi d'Editors de Catalunya hace un balance positivo tras la debacle que supuso el 1-O en 2017

Sant Jordi sigue siendo el gran foco de atención de la industria catalana del libro
Sant Jordi sigue siendo el gran foco de atención de la industria catalana del librolarazon

El Gremi d'Editors de Catalunya hace un balance positivo tras la debacle que supuso el 1-O en 2017.

El crecimiento es lento, pero sostenido, lo que equivale a construir sólidos fundamentos para llegar poco a poco a las estrellas. El Gremi d’Editors de Catalunya prevé cerrar 2018 con un aumento del 2 por ciento de las ventas de libros en el quinto año de crecimientos consecutivos, según informó ayer el presidente del gremio, Patrici Tixis. A la espera del cierre definitivo de las cifras a final de año, el sector celebró un aumento del 4 por ciento de las ventas el mes de octubre, en relación al mismo mes del año anterior en que las ventas cayeron hasta un diez por ciento en un contexto de bajada del consumo cultural por la situación política. Es decir, no se ha conseguido recuperar todo lo que se perdió, pero sí conseguir un buen punto de partida con el que seguir trabajando con optimismo. «Esperamos ver este crecimiento global del 2 por ciento, pese a que para el libro de texto no será un buen año», observó ayer Tixis, confiado en que el libro volverá a tener un papel protagonista en Navidad. El año pasado la facturación por estas fechas llegó a los 485 millones de euros, lo que supone más de la quinta parte del total del año.

Una noche muy especial

Antes de la celebración de la 33 Nit de l’Edició, que anoche acogió el Teatre Goya, Tixis volvió a reivindicar un pacto de Estado para fomentar la lectura y situarla en un espacio «estratégico» en un momento de auge de las pantallas y del sector audiovisual, además de un crecimiento de la piratería en un 12 por ciento en 2017. A nivel estatal, Tixis resaltó que las cifras del libro todavía quedan lejos del récord de 3.185 millones de euros facturados en 2008, pero por encima del momento más bajo alcanzado en 2013 con una facturación de 2.182 millones.

En este sentido, el sector apuesta por hacer frente a la competencia cultural con imaginación para «recuperar minutos para la lectura», a la que se destinan una media de entre 23 y 24 minutos diarios, frente a las tres horas diarias de pantallas. Ante el «cambio de paradigma» propiciado por la irrupción de las nuevas tecnologías, Tixis volvió a reclamar que se activen los planes de fomento del libro y de la lectura aprobados por las tres administraciones del Estado hace ahora un año, cuya implementación ha quedado encallada durante 2018. Estos planes incluyen medidas estratégicas importantes como acciones de fomento de la lectura en escuelas y municipios, la renovación y crecimiento de los fondos de las bibliotecas públicas, apoyo a la internacionalización y ayudas a las librerías. «Los responsables públicos deberían entender que frenar las acciones estratégicas para fomentar la afición por la lectura y retrasar medidas de fondo que impulsen a toda la cadena de valor del libro es negar herramientas a la sociedad para acceder a la cultura», señaló Tixis, quien se lamentó de que el sector editorial catalán, pese a representar el 60 por ciento de las industrias culturales, solo recibe un 10 por ciento del conjunto de las subvenciones.