Partidos Políticos
El pacto entre Collboni y Colau, en manos de las bases
El PSC se hace con buena parte de la cartera económica como la promoción de la ciudad, la Fira, el Mobile o el Consorcio
«Estafa», «traición» o «fracaso» son algunas de las definiciones que los diferentes partidos del arco municipal del Ayuntamiento emplearon ayer para calificar el pacto entre Barcelona en Comú (BComú) y PSC. Lo cierto es que, a la luz de las reacciones, el acuerdo nace con pocos amigos entre la oposición pero también entre los eventuales aliados de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, como ERC y la CUP. Sin ir más lejos estos dos partidos anunciaron que van a hacer una especie de campaña por el «no» al acuerdo entre las bases de BComú, que la semana próxima tendrán que ratificar, o no, el pacto. En todo caso, Colau, que un día no muy lejano calificaba al PSC de «mafia financiera», ha entregado al presidente del PSC municipal, Jaume Collboni, buena parte de la cartera económica del Ayuntamiento. Collboni tendrá en su área las competencias de Empresa y Turismo; Cultura; Innovación y Conocimiento; Comercio y Mercados; y Barcelona Serveis Municipals (BSM), además de la participación municipal en Fira de Barcelona, Fundación Mobile Congress o el Consorcio de la Zona Franca.
Colau, a todas luces, tendrá serias dificultades para vender el acuerdo y sus cesiones a las bases. No en vano, además de las mencionadas competencias de Collboni, BComú también ha entregado la concejalía de Comercio y Mercados a la socialista Montserrat Ballarín; la de Infancia, Juventud y Mayores a Carmen Andrés; y se incorpora a Daniel Mòdol como concejal de Arquitectura, Paisaje y Patrimonio. También se les entrega la gestión de los distritos del Eixample, Sarrià - Sant Gervasi y Sant Andreu.
En este contexto, a la alcaldesa le resultó francamente difícil defender las bondades del acuerdo. Y tuvo que subrayar no en pocas ocasiones que «las diferencias» entre los dos partidos se mantienen. Colau apeló de nuevo a una suerte de frente amplio para interpelar al resto de fuerzas de izquierdas. «Creo que ni nosotros y tampoco la ciudadanía entendería que ahora hubiera problemas que no ha habido hasta ahora», dijo Colau en alusión a ERC y la CUP. Y añadió: «Doy por hecho que seguiremos trabajando por la ciudad». La alcaldesa tildó el pacto de «valiente y generoso» y subrayó que «no es una simple repartición de áreas», sino que pone «la ciudad y sus necesidades por delante de los intereses de partido».
Collboni, por su parte, señaló que «es un buen acuerdo para Barcelona. El motivo principal de este acuerdo es la ciudad y el cambio en Barcelona. En el momento en el que estamos, podemos contribuir al bloqueo o al cambio. Nosotros nos apuntamos al cambio». El líder socialista admitió también diferencias con Barcelona en Comú, pero defendió que el acuerdo se ha hecho pensando en la ciudad. «La fuerza y la virtud de este acuerdo radica, justamente, en esto, que a pesar de tener diferencias, algunas importantes, hemos tenido la capacidad de ponernos de acuerdo», valoró. Collboni descartó que el acuerdo con Colau afecte al líder del PSOE, Pedro Sánchez, y aseguró que «el pacto no se ha hecho con cálculos electorales».
En cualquier caso, las ases de los dos partidos deberán ratificar el pacto para hacerlo efectivo. El próximo martes, BComú abrirá un proceso de votación que se alargará durante tres días y en el que podrán participar los 14.000 militantes de la formación. En cuanto al PSC, Collboni informará sobre el acuerdo en dos asambleas abiertas.
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