Política

El desafío independentista

El PDeCAT sigue la estela de ERC y se aleja del partido de Puigdemont

Los neoconvergentes advierten de que si la Crida se convierte en una fuerza política la tratarán «como otro partido» mientras los republicanos endurecen el tono y prohíben la doble militancia de sus afiliados

Puigdemont en el Congreso Constituyente de la Crida Nacional per la República
Puigdemont en el Congreso Constituyente de la Crida Nacional per la Repúblicalarazon

Las intenciones del nuevo proyecto político de Carles Puigdemont de aglutinar al resto de fuerzas independentistas se ha dado de bruces con el esperado rechazo de ERC, pero día tras día también está constatando una creciente resistencia y distanciamiento del PDeCat.

Las intenciones del nuevo proyecto político de Carles Puigdemont de aglutinar al resto de fuerzas independentistas se ha dado de bruces con el esperado rechazo de ERC, pero día tras día también está constatando una creciente resistencia y distanciamiento del PDeCat. Ambos partidos han activado sus resortes durante las últimas horas para tratar de capear las presiones de la Crida Nacional per la República, que nació el sábado de una forma algo timorata –por ahora van a actuar a modo de asociación y no tiene previsto concurrir a las municipales y europeas– aunque con una ofensiva en pro de las listas únicas y a la espera de poder consumar su OPA.

Los republicanos, que ya contraatacaron el domingo situando a la Crida en el centroderecha y dirigiendo un dardo contra todo el espacio heredero de Convergència, al que sugirieron «unidad» antes de predicarla, fueron ayer un paso más allá y bloquearon la doble militancia. Tampoco en el caso del alcalde de Montblanc, Pep Andreu, a quien el partido ya ha advertido de que deberá escoger entre una opción o la otra para seguir su carrera política. «Tendrá que elegir» entre conservar su militancia en ERC o integrarse «en el proyecto de la Crida», resumió ayer la portavoz de los republicanos, Marta Vilalta. Las conversaciones entre la dirección de Esquerra y el alcalde de Montblanc están abiertas para tratar de encontrar una solución después de que el dirigente republicano fuera escogido en el puesto número seis para la dirección del nuevo movimiento de Carles Puigdemont. Por el momento, Andreu ya ha manifestado que su voluntad «es seguir comprometido con el proyecto de ERC y de encabezar su candidatura por Montblanc en las próximas elecciones municipales del mes de mayo», según indicó ayer Vilalta.

En el caso del PDeCat todavía no se ha llegado a ese extremo bajo el pretexto de que la Crida es una «asociación», aunque el presidente de los neoconvergentes, David Bonvehí advirtió de que permitirán la doble militancia mientras no den el paso y se conviertan en partido político. De cruzar esa línea, Bonvehí avisó de que tratarían a la Crida como «otro partido» y seguirán haciendo política «a todos los niveles» y «con todas las consecuencias», dando por hecho así que el PDeCat no acabará disolviéndose en el proyecto de Puigdemont –durante las próximas semanas, la militancia de los neconvergentes decidirán el encaje en la Crida–. Pero Bonvehí fue un paso más allá para diferenciarse del partido de Puigdemont y reivindicar las siglas del PDeCat: «Nosotros somos aquellos que hemos gobernado durante tantos años y hemos traído altas cotas de bienestar, organizamos el 9-N e hicimos posible el referéndum del 1-O».