El PP habla de «proceso tóxico» y llama a la reconciliación y concordia

Pedro Sánchez aterriza mañana en Barcelona tras la Diada y estará arropado por los líderes del socialismo catalán.

Hoy se celebrará la sexta Diada catalana masiva desde que se inició, a un nivel importante, el proceso independentista. Se prevé masiva –ayer había más de 400.000 inscritos– pero hay algunas incógnitas. Una de ellas es la presencia en la manifestación de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que siempre se ha mostrado más o menos ambigua sobre este asunto.

El coordinador general de su mismo partido, Catalunya en Comú, Xavier Domènech, anunció ayer que no acudirá a la concentración. Colau sí que asistió el año pasado, pero asegurando que el lema no era el que encabezaba la marcha, «A punt». No obstante en la pseudo consulta del 9–N de 2014, la alcaldesa votó a favor de la independencia.

Instrumentalización

Por su parte, el PP catalán emitió un manifiesto con motivo de la Diada, asegurando de entrada que «las élites independentistas han instrumentalizado este día para convertirlo en una jornada exclusiva y excluyente. La Diada de todos se ha convertido en un anuncio más de la propaganda independentista, de la que nos han excluido a la mayoría de catalanes».

Considera el partido que «el proceso tóxico de ruptura» que vive actualmente Cataluña «dejará paso a un nuevo tiempo de reconciliación y sincera concordia entre todos los catalanes. Este es nuestro compromiso y para él trabajamos». Para ello, abogan por actuar con «inteligencia, serenidad y firmeza».

Añade el comunicado que «al dictado de los más radicales –en referencia a la CUP–, el gobierno de la Generalitat está decidido a situar Cataluña fuera de las leyes democráticas, derogando el Estatut y la Constitución. La mayoría de catalanes no vamos a participar de ninguna manera en una estrategia ilegal e inútil, que solo pude conducir a una gran y peligrosa frustración».

También destacaron que «las fantasías de una minoría organizada no acabará con España, un proyecto con siglos de historia, una de las cuatro grandes democracias de la Unión Europea».

Consideran, asimismo, que «el quinquenio negro de la confrontación llegará pronto a su plazo” y que “cada vez hay un clamor más nítido en la sociedad catalana que pide rehacer los puentes de la esperanza y recuperar la cordura».

Desde las filas de los socialistas catalanes, el líder del PSC, Miquel Iceta,exigió a Puigdemont, que «reconozca» que el referéndum del 1 de octubre no podrá celebrarse ni tiene garantías, además de acusarle de «temerario» por querer «enfrentar a ciudadanos con sus alcaldes». Criticó la presión que, a su juicio, la Generalitat está ejerciendo sobre ayuntamientos no independentistas, como los 122 que tiene el PSC.

Acompañado por alcaldes y alcaldesas socialistas de Sant Boi de Llobregat, Viladecans, Esplugues, Sant Joan Despí, Esparraguera o Sant Andreu de la Barca, Iceta recordó que «la garantía de convivencia sólo la da el respeto a la ley», por lo que ha censurado el intento del Govern de «derivar responsabilidades» a los alcaldes.

«Temerario»

«Si es inaceptable que se salte la ley, lo es más que pretenda que se la salten la ley otras instituciones. Queremos hacer un llamamiento a la calma, a la tranquilidad y a mantener el respeto por todas las ideas. Cataluña somos todos y hemos de construirla entre todos», afirmó. Insistió en mostrar su «rechazo» al «llamamiento temerario, imprudente e irresponsable de Puigdemont, que quiere enfrentar a la ciudadanía con los alcaldes».

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, viajará esta semana a Barcelona, inmediatamente después de la Diada. En la tarde de mañana, Sánchez participará en un acto organizado por el PSC dirigido a sus alcaldes y portavoces municipales para darles instrucciones sobre la campaña puesta en marcha por los socialistas catalanes para pedir a la ciudadanía que no participe en una consulta que se celebra sin las mínimas garantías necesarias. Estará arropado por Iceta.