Cataluña

El presidente catalán se compara con Companys en «Libération»

Recuerda las circunstancias de la ejecución de su predecesor

Mas pone flores ante la tumba de Companys
Mas pone flores ante la tumba de Companyslarazon

Ayer se cumplieron 75 años de la detención del presidente de la Generalitat Lluís Companys a manos de agentes nazis en la Bretaña francesa. Fue el primer paso hasta la extradición a España y la ejecución del político catalán a manos de las autoridades franquistas, convirtiéndolo en uno de los mártires del catalanismo y en una de las víctimas principales de la represión llevada a cabo por Franco. Con motivo de la efeméride, el actual sucesor de Companys, Artur Mas, publicó ayer un artículo en el diario francés «Libération».

En su texto, Mas aprovecha su texto para trazar un paralelismo entre la Cataluña actual con los ideales de su antecesor, especialmente con «la voluntad de existir de los catalanes» que sigue tan viva como durante el fusilamiento de Companys. Sin embargo, también apunta que «en nuestros días, la situación no puede compararse» con los tiempos del político asesinado, aunque recuerda que tanto «la voluntad de existir de los catalanes» como su «aspiración a decidir su futuro siguen intactas».

En el artículo para «Liberátion», Artur Mas recuerda que Companys «luchó y murió por defender las instituciones catalanas», no solamente «contra la rebelión fascista del general Franco, sino también contra un Gobierno español poco respetuoso con la identidad y las instituciones catalanas». En este sentido, Mas también recuerda que la Generalitat de Cataluña había sido restaurada en 1931, con la proclamación de la Segunda República, y que era entonces «un Gobierno joven y débil frente a adversarios poderosos», en referencia a quienes conspiraron para echar abajo el Govern y el Estado republicano con el golpe de julio de 1936.

Solamente hay cinco presidentes entre Companys y Mas, recuerda el actual inquilino de la Generalitat que, sin embargo, asegura que en ese periodo «el Gobierno de Cataluña se ha convertido en una institución sólida, consolidada y estable».

Uno de los puntos más destacados del texto de Mas en la publicación francesa es el relato que se realiza de cómo la Policía Militar alemana acudió a La Baule-Escoublac el 13 de agosto de 1940 al domicilio donde vivía Companys con su familia, en la costa Atlántica francesa. Lluís Companys fue conducido a París, interrogado en la cárcel de la Santé unos días más tarde, siendo posteriormente trasladado hasta la frontera española y entregado a las autoridades franquistas que, tras un juicio «desprovisto de toda garantía jurídica», fue fusilado en Barcelona el 15 de octubre de ese mismo año. Los restos de Companys reposan en el cementerio de Montjuïc donde se ha convertido en un símbolo del catalanismo. El lugar en el que fue ejecutado, el castillo de Montjuïc, es escenario cada 15 de octubre de numerosos homenajes en recuerdo del que fuera presidente de la Generalitat.