Cataluña

El «procés» rebaja 7 décimas el crecimiento de la economía catalana en 2018

Un estudio del BBVA augura que por culpa de la incertidumbre política se dejarán de crear 35.000 empleos los próximos dos años

Cataluña puede pasar de ser el motor de la economía española a poder crecer por debajo de la media nacional
Cataluña puede pasar de ser el motor de la economía española a poder crecer por debajo de la media nacionallarazon

Un estudio del BBVA augura que por culpa de la incertidumbre política se dejarán de crear 35.000 empleos los próximos dos años.

«¡Me tiene contenta el procés!», decía Ana con sarcasmo en noviembre, cuando Barcelona acababa de encender las luces de Navidad. Los dos hoteles que tiene en el Eixample estaban al 50 por ciento de ocupación, cuando lo normal, antes de las fiestas de Navidad, era tenerlos al 80 por ciento, más o menos. Lo mismo exclamaba Maria, ideologías al margen, unos kilómetros más arriba, en Sarrià-Sant Gervasi, donde tiene una tienda de ropa de fiesta. «Estoy vendiendo menos, la gente no compra, anda preocupada y angustiada, ha desaparecido la alegría que había en primavera cuando el consumo empezaba a dar síntomas de recuperación tras años de crisis», comentaba. Era un análisis hecho a ojo al que ha puesto números y ciencia la Encuesta de Actividad Económica que elabora trimestralmente el BBVA y que ayer presentó el economista jefe para España del BBVA Research, Miquel Cardoso.

El impacto del «procés» en el turismo y el consumo, sobre todo, es el que lleva a BBVA a predecir que el PIB de Cataluña caerá este año siete décimas como consecuencia de la incertidumbre política y medio punto en 2019. Tras la «simbólica» Declaración Unilateteral de Independencia (DUI) y las consecuentes elecciones del 21 de diciembre, Cataluña sigue sin gobierno. Mientras la patronal catalana, fracturada por el «procés», pide con urgencia a los políticos que espabilen y acuerden un gobierno, informes como el de BBVA alertan de que Cataluña pasará de ser la locomotora de España a crecer por debajo de la media nacional. Crecer, crecerá, pero lo hará al 2,1 por ciento, por debajo del 2,5 por ciento para el conjunto de España en 2018 y al 2 por ciento, en 2019. No son los datos desastrosos que auguraban otras voces, pero coste económico por culpa del desafío soberanista, haberlo haylo.

El estudio señala que dejarán de crearse 35.000 empleos que en una situación política normal sí se hubieran creado. Esto no quiere decir que el paro no baje ni se creen empleos, porque el crecimiento estimado para los dos próximos años se traduce en 136.000 empleos más. La tasa de paro a finales de 2019 podría llegar al 9,6 por ciento, lejos del 20 por ciento que había en plena crisis. El problema, tal y como alerta también este estudio de BBVA Research, es que los nuevos contratos son precarios y hay una elevada tasa de contratos temporales que pueden poner en riesgo la tímida recuperación económica.

Además del turismo, que también se ve afectado por los atentados del 17-A –en 2018, el turismo puede bajar hasta un 2 por ciento por culpa del terrorismo–, y del consumo privado, el informe avisa de un deterioro de la inversión en Cataluña, cuyos efectos se perciben a medio plazo. En el tercer trimestre de 2017, el saldo de inversión en los sectores primario, industrial y servicios fue negativo. «Este es el principal factor de riesgo para la economía catalana en los dos próximos años –sobre los que se ha efectuado el estudio–», comentó Cardoso.

Otros indicadores negativos son una caída en la creación de sociedades mercantiles y la llamada «fuga de empresas». Aún y así, la economía catalana tiene un buen motor y reserva de gasolina, crece el empleo, la demanda y las exportaciones.