El PSC investiga de puertas adentro la contratación del servicio de espías

La dirección del PSC abrió ayer una investigación interna para comprobar si el partido ha mantenido algún tipo de «relación contractual» con la agencia de detectives Método 3, que supuestamente pinchó en julio de 2010 una conversación entre Alicia Sánchez-Camacho y María Victoria Álvarez Martín, ex amante de Jordi Pujol Ferrusola (primogénito del ex presidente catalán) que pidió una cita a la presidenta del PP catalán. Fue el primer secretario del PSC, Pere Navarro, quien encargó ayer a primera hora de la mañana las pesquisas internas después de que el diario «El Mundo» asegurara que la charla se había grabado por instrucción de los socialistas. «El PSC ni utiliza, ni ha utilizado, ni utilizará nunca métodos ilegales para hacer política», aseguró el portavoz de los socialistas catalanes, Jaume Collboni, tras las comprobaciones que el partido realizó durante el plazo de tres horas.

Lo cierto es que las investigaciones que realizó el PSC no pudieron ser muy exhaustivas, ya que se limitaron a comprobar la lista de sus proveedores en materia de seguridad sin hallar rastro de la citada agencia. Para los socialistas, la información publicada que les acusa de haber contratado un servicio de espionaje es «alucinante». «No vamos a entrar en especulaciones como si esto fuera una novela de John Le Carré. Hemos averiguado lo que hemos podido en tres horas y lo que esperamos es una rectificación por parte del diario que ha publicado esto. Si esta rectificación no se produce, analizaremos con nuestros servicios jurídicos qué es lo que debemos hacer», explicó Collboni.

En la fecha del pinchazo (julio de 2010), la dirección del PSC estaba comandada por José Montilla y José Zaragoza, ya que el equipo de Pere Navarro no tomó las riendas del partido hasta finales del año 2011. Sin embargo, la antigua dirección también niega haber pedido los servicios de una agencia de detectives.

Así las cosas, una de las hipótesis que manejan fuentes conocedoras de este extraño caso de espionaje es que el pinchazo se produjera a petición de Bartomeu Muñoz, ex alcalde socialista de Santa Coloma de Gramenet imputado en el caso Pretoria de presunta corrupción urbanística. Esta sospecha se fundamenta en que Muñoz mantuvo contactos con la agencia de detectives y en que el ex alcalde pudo tener interés en conocer las filtraciones de María Victoria Álvarez, sabedora de diversas informaciones relacionadas con escándalos que afectan al entorno de CiU.

En todo caso, el PSC evitó señalar a ningún dirigente de su partido porque no logró ninguna prueba para hacerlo. Collboni únicamente concedió que su partido conocía las presuntas actividades irregulares con que se involucran a Pujol Ferrusola (blanqueo de capitales, entre otras) a nivel de «corrillos y mentideros». El PSOE, por su parte, también negó de forma tajante estar detrás de estas escuchas ilegales.