El recorte a los funcionarios crispa el debate presupuestario de CiU y ERC

Aunque Artur Mas no es un presidente primerizo, en esta legislatura estrenaba un pacto de gobernabilidad con ERC. Pero no han pasado ni los cien días de gracia que se suele dar a cualquier gobierno para demostrar su eficacia, que CiU y ERC ya han tenido su primera crisis.

Aunque Artur Mas no es un presidente primerizo, en esta legislatura estrenaba un pacto de gobernabilidad con ERC. Pero no han pasado ni los cien días de gracia que se suele dar a cualquier gobierno para demostrar su eficacia, que CiU y ERC ya han tenido su primera crisis. Y no parece una riña menor. Oriol Junqueras está tan molesto con el supuesto de que CiU no ha contado con ERC para trazar el recorte a los funcionarios que amenaza con no apoyar los presupuestos.

ERC se enfadó con CiU la semana pasada, después de que la vicepresidenta del Gobierno, Joana Ortega, anunciara que los trabajadores de la Generalitat volverán a quedarse este año sin una paga extra. Junqueras protestó porque CiU no le había consultado nada sobre los detalles de los recortes a los funcionarios y ya entonces avisó a Mas de que no garantizaba el apoyo de Esquerra a los presupuestos. Ayer, el ejecutivo de Artur Mas oficializó la reducción salarial a los funcionarios, de la misma manera que hizo en 2012, quitándoles el equivalente a una paga extra. Aunque el portavoz del gobierno catalán, Francesc Homs, aseguró que «ha sido una decisión consensuada y aprobada con Esquerra», Junqueras le objetó que ignora los «flecos» de la medida. Y como no conoce los detalles no dio su aval al recorte sobre los funcionarios.

Junqueras alertó además de que la negociación de los presupuestos será «extremadamente delicada» e insistió en que el «sí» de ERC aún está lejos. Contempla que el acuerdo llegue durante el trámite parlamentario e, incluso, que no haya pacto. Pero sus advertencias no preocupan al Govern, que las interpreta como un gesto de cara a sus votantes. Homs alegó que ERC sabe que el Gobierno obliga a Cataluña a hacer cosas «imposibles» y que «el ministro Montoro está desafiando la fuerza de la gravedad con el reparto del déficit». Aunque el Govern negocia una flexibilización y en vez del 0,7 el objetivo podría ser del 1,5 por ciento, Homs admitió que la situación no es mejor que en 2012 y que debe haber recortes.