Barcelona
El regreso del hijo pródigo
Josep Maria Flotats vuelve al TNC 16 años después de ser destituido como director con el espectáculo «Un rèquiem per a Salvador Espriu»
La vida da muchas vueltas, tantas, que al final parece que siempre acabemos en el lugar de origen. En 1997, Josep Maria Flotats era destituido como director del recién estrenado Teatro Nacional de Cataluña (TNC) por el conseller de Cultura de aquel entonces, Joan Maria Pujals, en un ambiente enrarecido y lleno de reproches de un lado y otro. Han pasado 16 años, tiempo suficiente para olvidar viejas rencillas y mirar hacia adelante. El TNC es otro, Flotats es otro, pero los dos continúan siendo, por una parte, un genial escenario para acoger grandes obras, y por otro, uno de los mejores actores. No tenía ningún sentido que ambos no se volviesen a encontrar. «Estoy muy emocionado de volver aquí, sobre todo para apoyar un proyecto como éste», reconoció ayer Flotats.
El proyecto es «Un rèquiem per a Salvador Espriu», concierto que une la composición de Xavier Benguerel del mismo título, con la lectura de poemas del autor de Sinera. Flotats será el encargado de recitar los poemas, mientras la Orquesta de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC) pondrá la música bajo la dirección de Miquel Ortega. Junto a ellos, la Polifònica de Puig-Reig y la Coral Càrmina, lo que hará que más de 170 personas suban al escenario del TNC. «Es un homenaje a la poesía, la inteligencia, a la ética y al comportamiento civil. Espriu es el ejemplo de hombre absolutamente recto e íntegro», señaló Flotats.
La trayectoria del actor y director está muy ligada a la figura del poeta catalán, del que todavía se celebra su centenario. No en vano, Flotats debutó en 1958 en el teatro con la «Antígona» de Espriu. «Lo conocí en el desaparecido Teatro Candilejas de Barcelona y durante años tuve contacto con él a través de su secretario, Eudald Solà, muy amigo amigo y que me contaba cómo le iba», aseguró Flotats.
Un Espriu cabalista
Benguerel estrenó este requiem en 1990 en Torroella de Montgrí, seducido por los poemas dedicados a la muerte de Espriu. El montaje hace una adaptación de aquella partitura, añadiendo nuevos poemas para darle mayor calado dramático sin traicionar el espíritu original de la pieza. «El requiem es el género que más ha evolucionado en la historia de la música, desde el canto gregoriano original a los conciertos profanos actuales. Se han catalogado más de 2.000 requiems, con grandes hitos como los de Berlioz o Liszt. Puede que requiem signifique descanso, pero a mí me dio mucho trabajo», aseguró Benguerel.
El concierto incluye una exposición en el vestíbulo del teatro bajo el título «La cábala i Espriu», dedicada a los estudios metafísicos del poeta.
PARA NO PERDERSE
Dónde: Teatro Nacional de Cataluña
Pl/ de les Arts, 1.
Cuándo: Del 15 al 17 de noviembre. 20.00 horas. Doomingo, 18.00 horas.
Cuánto: De 15 a 30 euros.
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