Cáncer

El teatro catalán pierde a su gran estrella

La actriz Anna Lizarán, gran dama de la escena, muere a los 68 años de edad víctima del cáncer

Anna Lizarán en la obra «L'hort dels cireres» de Chejov
Anna Lizarán en la obra «L'hort dels cireres» de Chejovlarazon

El mundo está plagado de malas noticias, pero la madrugada del viernes fue todavía un poquito peor. En el Hospital Clínic de Barcelona fallecía Anna Lizarán, ACTRIZ en mayúsculas y referente indiscutible del teatro catalán de las cuatro últimas décadas. Sus amigos la llamaban Anita, porque detrás de ese monstruo escénico se escondía una mujer, nada más, de corazón enchido y alma tranquila y generosa. El público y sus seguidores la llamaban la Lizarán, porque era uno de esos nombres que prefiguran la excelencia, que dan razones a los inseguros, que dan confianza a los que no creen. Anita y la Lizarán, dos personajes diferentes, dos vidas que muchos echarán de menos.

Pésame generalizado

La actriz estaba ingresada desde principios de semana en el Clínic víctima de un cáncer fulminante que no le dio ninguna segunda oportunidad. El octubre pasado, estaba previsto que estrenase en el Teatre Nacional de Catalunya la obra «La Bête», pero el montaje tuvo que suspenderse temporalmente a causa de la enfermedad de Lizarán, todavía en interrogantes en aquella época. En esa ocasión, se aplazó el estreno con la esperanza de que la actriz pudiese incorporarse a su rol en poco tiempo. Sin embargo, esto no fue posible. Incluso cuando se estrenó la pieza, tres semanas después, con Jordi Bosch en el papel que tenía que interpretar Lizarán, Sergi Belbel, director de la pieza, esperaba poder recuperarla en un futuro próximo para la gira de la obra. Porque Anna Lizarán era «La bestia», sólo ella podía serlo.

La sorpresa y la estupefacción fueron la tónica dominante ayer entre el mundo del teatro, que no esperaba levantarse con una noticia así. Los mensajes de pésame y duelo se reprodujeron a miles y los homenajes no se hicieron esperar. El hall del Teatre Lliure dejaba ver una gran imagen de la actriz y ofrecían en un comunicado un sentido último brindis por su carismática persona. Por su parte, Albert Espinosa dedicaba en el Teatre Nacional de Catalunya su obra «Els nostres tigres beuen llet» a esta gran dama de la escena. La mayoría de teatros tuvieron un momento de recuerdo para la actriz antes o después de la función, con calurosos aplausos del público.

Las muestras de apoyo vinieron de todos los sectores. El president de la Generalitat, Artur Mas, no dudó en describirla ayer como «una de las más grandes actrices que ha tenido nuestro país» y añadió que «sin ella, la trayectoria del teatro catalán, reconocido en todo el mundo, no habría sido lo que es». Por su parte, el conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, catalogó a la actriz como una persona «enorme, gigantesca extraordinaria, generosa, comprometida y vital».

Aunque las declaraciones más emotivas fueron las de sus propios compañeros con lo que tanto habían compartido tanto en el escenario como entre bambalinas. «¡Anita! Te guardaremos en nuestra memoria, a ti y a tus personajes. Un beso allá donde estés», escribía Àlex Rigola en Twitter. Actrices como Silvia Bel también quisieron dejar por escrito su admiración y respeto ante la figura de Lizarán, «talento y coraje de una vida entera dedicada al teatro».

Hija de una modista y de un mecánico, Anna Lizaran Merlos nació en Esparreguera (Barcelona) en 1944. Sus inicios fueron duros, pero pronto vio que su vocación era el teatro y que no iba a mirar a otro lado por muchos gigantes que tuviese que matar. Estudió arte dramático en el Centre d'Estudis Experimentals de Barcelona y se formó además en la Escuela de Interpretación de Jacques Lecoq de Paris. En 1972 fundó el grupo de teatro Els Comediants y en 1976 fue también una de las fundadoras del Teatre Lliure, donde desarrolló gran parte de su carrera profesional.

Su último gran papel fue en «Agost» que por una vez convirtió al TNC en pequeño. Participó en un centenar de obras de teatro, en una docena de películas, sobre todo en las de su amigo Ventura Pons y la televisión también disfrutó de su presencia.En definitiva, una gran ACTRIZ.

Un último adiós para amigos y admiradores

Para aquellos que quieran dar su último adiós a esta gran actriz, esta tarde, a partir de las 14.00 horas, se abrirá el velatorio en la sala número 1 del tanatorio de la actriz. Sus amigos y compañeros están convocados para celebrar la figura de esta carismática artista. El lunes se cerrará este triste fin de semana con la ceremonia oficial de entierro, al que se espera que esté presente Artur Mas, con una ceremonia de despedida a partir de las 12.00 horas también en el tanatorio barcelonés de Les Corts.