El turismo masivo ya es la segunda preocupación de los barceloneses

El paro continúa siendo el principal problema de la ciudad, según una encuesta municipal.

El turismo es la principal fuente de ingresos de Barcelona, representa alrededor del 14% del PIB de la ciudad, pero también un gran quebradero de cabeza para los vecinos, hartos de la masificación, la pérdida de espacios en favor de la actividad turística, el incivismo de muchos de los visitantes y la escalada del precio de los alquileres por la presión de los pisos turísticos legales e ilegales.

La asfixia de los barceloneses se ha reflejado en la encuesta de Servicios Municipales que elabora cada año el Ayuntamiento a partir de 6.000 entrevistas ciudadanas. De hecho la masificación turística se valora ya como el segundo problema más grave de la ciudad cuando hace diez años ni siquiera aparecía en la lista. La inquietud se intensificó en el 2014, cuando un 3,8% de los vecinos señalaron el turismo como un problema y la tendencia fue al alza: en 2015, alcanzó el 6,4% y este año un 8,1%. La encuesta también pone de manifiesto la necesidad de descentralizar la actividad turística, concentrada en tres distritos, Ciutat Vella, Gràcia y el Eixample. En estas tres zonas, el turismo se percibe como el segundo problema más grave del barrio, solo superado por la inseguridad en Ciutat Vella y por el ruido en Gràcia y el Eixample.

El hartazgo ciudadano empieza a extenderse también entre los propios visitantes. La encuesta de Actividad Turística puso de manifuiesto que más de la mitad de los turistas advirtieron este verano que la ciudad estaba demasiado llena y era demasiado cara . Todos estos datos ponen de manifiesto que el turismo, la gallina de los huevos de oro, corre el riesgo de morir de éxito si no se encuentra una fórmula que lo haga sostenible. Por el momento, las actuaciones del ejecutivo municipal (suprimir las licencias a pisos turísticos e intensificar la vigilancia para detectar los ilegales establecer una moratoria hotelera, etcétera) lejos de dar resultados, no han hecho más que enfadar al empresariado que más puestos de trabajo genera en la ciudad.

Con todo, el paro y la precariedad laboral continúan siendo los principales escollos de la ciudad, según el 25% de los encuestados.

Después del turismo y casi al mismo nivel aparece como tercer problema la movilidad de vehículos , algo lógico teniendo en cuenta la mayor afluencia de tráfico como consecuencia del repunte de la actividad económica. Completan la relación de los problemas más importantes de la capital catalana la inseguridad ciudadana (7,3%), los transportes, las comunicaciones e infraestructuras (6,5%) y la suciedad (5,8%)

A pesar de ellos, el nivel de satisfacción de vivir en Barcelona continúa siendo alto, con una nota media de 7,9 sobre 10. Una gran mayoría cree, además, que la ciudad mejorará con el tiempo.