Empresas
El último de los mercados
Ayuntamiento y comerciantes dan el visto bueno a las obras de la Abaceria Central, el único decimonónico que falta por reformar.
Ayuntamiento y comerciantes dan el visto bueno a las obras de la Abaceria Central, el único decimonónico que falta por reformar.
De un tiempo a esta parte, Barcelona emprendió la ambiciosa tarea de modernizar los mercados decimonónicos de la ciudad. Con la parsimonia que caracteriza a cualquier administración, los diferentes mercados de abastos se lavaban la cara y se adaptaban a los tiempos modernos. Algunos, como Sant Antoni, languidecen con unas obras interminables, pero otros muchos, como Ninot, Santa Caterina o Llibertat, lucen sus mejores galas. En esta tesitura, sólo un mercado ha resistido hasta la fecha los vientos de cambio.
Ubicado en el corazón de Gràcia, el mercado de la Abaceria Central mantiene su estructura a la vista su estructura de hierro forjado con apenas unos cuantos grafitis a modo de adorno. Pues bien, tras una dura negociación con los vecinos y comerciantes, las partes implicadas han dado el visto bueno al proyecto de reforma este mismo verano y con suerte, el nuevo mercado verá la luz en 2020.
Lo cierto es que no se trata de un mercado especialmente bonito. Pero mantiene el porte erguido y cierto aire decadente de quien acumula con orgullo más de cien años a sus espaldas. No tiene calefacción ni aire acondicionado. La estructura está abierta y eso lo convierte en un horno en verano y un iglú en invierno. Esas mismas rendijas en la estructura permiten que las palomas campen a su anchas por el interior e incluso que utilicen las cornisas de las paradas como una suerte de improvisados urinarios. Una quinta parte de esas paradas están cerradas y los camiones apenas tienen espacio para entregar su mercancía. Un mercado, en definitiva, viejo. Pero con encanto. Máxime cuando la Abaceria está muy integrado en un barrio que precisamente se caracteriza por un tejido de cooperativas alimenticias muy consolidado. Sin ir más lejos, alberga en su interior la parada de los libros abandonados. Cualquier visitante puede llevarse uno de esos libros a cambio de la voluntad.
Por todo ello, la negociación no fue fácil. La reforma de los mercados de abastos se ha caracterizado por la puesta en marcha de un modelo mixto. Es decir, los comerciantes pagaban una parte, el Ayuntamiento, otra y se cedía una porción de la superficie a alguna cadena de supermercados para que también aportase otro tanto. Sucede, sin embargo, que, pese a que las reformas de los mercados han resultado muy satisfactoria a nivel estético, los precios han subido. El otro mercado de Gràcia, la Llibertat, por ejemplo, presenta un aspecto inmejorable. La estructura metálica bien restaurada y sujetada por muros de ladrillo a la vista y remates de madera que le confieren un semblante más propio de cuento de los hermanos Grimm. Impecable. No obstante, el supermercado de turno se ha quedado prácticamente con la mitad de la superficie y los precios son sustancialmente mayores que en la Abaceria. Los temores, así pues, son fundamentados.
No obstante, el 95 por ciento de los comerciantes han dado el visto bueno al proyecto de la Abaceria. Se realizará una rehabilitación integral del edificio y una de las novedades destacadas, por la que comerciantes y vecinos han luchado, es la incorporación de un espacio para la economía social y cooperativa. En la planta baja, a nivel de calle, además de las 50 nuevas paradas, también habrá un establecimiento de formato autoservicio pendiente de adjudicar. En el altillo, se colocarán salas polivalentes para usos culturales, lúdicos y sociales de las asociaciones del barrio. La otra zona destacada estará bajo tierra. En la tercera planta del sótano estará el aparcamiento y también se creará una nueva plataforma de distribución de las mercancías, con la que se quiere conseguir minimizar la presencia de vehículos de transporte en el exterior. El presupuesto aproximado para la remodelación del mercado es de 25 millones de euros.
Durante 2017 se redactará el proyecto arquitectónico para el nuevo mercado y se construirá la carpa del mercado provisional, que se ubicará en el paseo de San Juan. Los paradistas se trasladarán, si todo va según lo previsto, en otoño de 2017, mientras que el inicio de las obras para el futuro mercado aplazarán hasta 2018. El plazo previsto para los trabajos es de entre dos años y dos años y medio, es decir, que la reapertura se podría llegar en 2020.
✕
Accede a tu cuenta para comentar