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El último tango en «Perpignan»
Burlar la ley permitió a muchos españoles en los años setenta, ver el culo a Marlon Brandon en «El último tango en París»; descubrir que Humphrey Bogart en «Casablanca» combatió en las Brigadas Internacionales, o que Ingrid Bergman y Gary Cooper lucharon por la República en «Por quién doblan las campanas». En el legendario cine Castillet de Perpiñán, donde muchos catalanes hacían cola para disfrutar de imágenes prohibidas por la censura, el candidato a la presidencia de la Generalitat, Antonio Baños, se rió ayer también las leyes que prohiben hacer actos electorales en la jornada de reflexión, y protagonizó su último acto de campaña.
Mientras el socialista Miquel Iceta se daba un atracón de la primera temporada de la serie televisiva «Borgen», que precisamente narra los intríngulis de la política danesa a través de una primera ministra que se hace con el cargo sin ser la lista ganadora, como José Montilla en 2006, a Baños todavía le quedaban fuerzas para pedir votos.
Baños se hizo acompañar por el número uno de la CUP en Girona, Benet Salellas y la responsable del partido en Perpiñán. El acto en el sur de Francia o en la Cataluña norte, según interprete el mapa un español o un soberanista que se informa con TV3, no fue el único de las CUP. Los candidatos siguieron con la campaña en el mítico territorio de los países catalanes. Anna Gabriel estuvo en Palma de Mallorca; Gabriela Serra en la Franja catalano-aragonesa, y Josep Manel Busqueta en la Comunidad Valenciana. Aunque estos nombres no sean conocidos, «no preocuparse», que dicen en «indio» que habla Artur Mas, los nombres de David Fernández, Quim Arrufat e Isabel Vallet tampoco eran populares en 2012.
El resto de candidatos, tras una maratoniana mañana de sesiones de fotos, pasó el resto del día con la familia. Artur Mas se escapó a nadar a Vilassar de Mar, donde veranea su familia. La semana pasada entre mitin y mitin, hizo 30 piscinas y nadó hasta una de las boyas que hay a unos 50 metros de la playa del club náutico. Raül Romeva improvisó con la familia. Oriol Junqueras, en cambio, tenía entradas para ir al teatro a ver «Sócrates, juicio y muerte de un ciudadano».
Xavier García Albiol (PP) paseó por Badalona. Ramón Espadaler (Unió) dejó en manos de sus hijos y su mujer la jornada. El candidato de Catalunya sí que es pot dedicó la tarde a su mujer. Y la más arriesgada fue Inés Arrimadas. Pasar la tarde con todos sus sobrinos que han venido de Bruselas y Almería pudo ser agotador.
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