Literatura

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El universo de Sisa en viñetaz

El Liceo presenta la quinta edición de «Ópera a la fresca» que se podrá ver en 255 municipios

Una de las viñetas de “Sisa. Los años galácticos”
Una de las viñetas de “Sisa. Los años galácticos”larazon

El Liceo presenta la quinta edición de «Ópera a la fresca» que se podrá ver en 255 municipios

Sí, es verdad. «Qualsevol nit pot sortir el sol», canta Jaume Sisa. Eso es posible y el cantautor, una de las mejores cosas que le ha pasado a la música catalana, ha sido un exponente en aquello de mostrarnos otro mundo, a veces irónico, a veces divertido, pero siempre lúcido. Para saber algo más de él, especialmente de sus orígenes, puede ser estimulante leer la aproximación biográfica y en forma de cómic que firman J. M. Polls y Manu Ripoll. «Sisa. Los años galácticos», publicado por Norma Comics, nos invita a viajar hasta los inicios de la carrera del músico en compañía de su «alter ego» Ricardo Solfa.

Los dos autores han hecho un gran trabajo para convertir en un tebeo la vida y el tiempo de Sisa por una Barcelona de sueño, cuando empezaba a llegar a barrios como el del Poble Sec la música inglesa, aunque eso fuera con cuenta gotas. Estamos en los años sesenta y al joven Sisa, a sus 16 años, le fascinaba el sonido de las guitarras eléctricas de los Shadows y acariciaba la idea de formar algún día una banda. Su primera oportunidad llegó en 1966 cuando dejó por primera vez la capital catalana para formar parte de la pequeña gira por tierras francesas de Los Descendientes de Walder, el grupo de su amigo Enrique Herrera. Fue en ese momento, mientras descubría la literatura de los autores «beat» y Henry Miller y la música de Jimi Hendrix, cuando se estrenó en un escenario, aunque bajo el nombre de James Sisa, uno de los heterónimos del intérprete.

El autor que nació en la calle Poeta Cabanyes, igual que Serrat, es reflejado en el cómic con todos sus matices galácticos e intergalácticos, en un camino que nada tiene que envidiar al del «Yellow Submarine» de The Beatles. Y eso está además interrelacionado con un músico y poeta al que le gustó grabar con Pascal Comelade una nueva versión de aquel tema llamado «Yo quiero un tebeo».

Pero además de Sisa y Solfa, el cómic también es el retrato de una Barcelona que luchaba por ser libre, pese a que se encontraba todavía sumergida en el último franquismo. Polls y Ripoll hacen de Sisa un verdadero héroe de tebeo, mucho más intenso e interesante que el cartón piedra de la escudería Marvel. Pero este camino se tiene que hacer leyendo el tebeo y escuchando músico. Por ese motivo, el libro incluye una lista de temas que se convierten en su banda sonora. En ella tenemos a Antonio Machín, Concha Piquer, pero también a Beatles, Rolling Sotens, Bob Dylan o Hendrix. Tampoco faltan las canciones que rodearon a Ricardo Solfa como las de Javier Krahe, Aute o Vainica Doble. Una mención aparte la merece el propio Sisa gracias a su música, la de «Han tancat la Rambla» o «Nit de Sant Joan». Hace años que podemos encontrarnos en viñetas a Dylan, Elvis, Cash o Gainsbourg. No está nada mal que Jaume Sisa esté a su altura.