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«En un 60% de las mujeres con menopausia precoz, conseguimos ovulación»

Francesc Fábregas, doctor de la Unidad de Reproducción Asistida del Clínico de Barcelona, ha logrado que mujeres con menopausia logren quedarse embarazadas

Francesc Fábregas, doctor de la Unidad de Reproducción Asistida del Clínico de Barcelona
Francesc Fábregas, doctor de la Unidad de Reproducción Asistida del Clínico de Barcelonalarazon

Un equipo del Hospital Clínico de Barcelona ha conseguido aplicar con éxito una técnica que ha permitido que mujeres con menopausia avanzada hayan vuelto a ovular e incluso una de ellas fue madre en agosto.

Un equipo del Hospital Clínico de Barcelona ha conseguido aplicar con éxito una técnica que ha permitido que mujeres con menopausia avanzada hayan vuelto a ovular e incluso una de ellas fue madre en agosto.

-¿En qué consiste la menopausia precoz?

-Se acepta que le menopausia precoz es aquella situación endocrinológica de la mujer en la que se produce un fallo ovárico antes de los 40 años. Para definir un fallo ovárico hay que tener en cuenta aspectos clínicos, como es la ausencia de menstruación durante más de 4 meses, y aspectos hormonales como es la determinación de FSH basal superior a 25 unidades/litro.

-¿Existen varios grados de menopausia precoz?

-Consideramos menopausia precoz cuando se cumplen los criterios antes mencionados, pero sabemos que existen estadios previos a la ausencia final de menstruación en donde ya hay signos claros de que la reserva folicular ovárica de la mujer está disminuyendo.

-¿A cuántas mujeres afecta la menopausia precoz? ¿Cuáles son las causas y las consecuencias?

-Se acepta que un 1% de la población femenina en edad reproductiva cumple criterios de diagnóstico de menopausia precoz, que en términos absolutos es importante. La mayoría de veces la causa es desconocida. Es cierto que en algunos casos existen antecedentes familiares que hacen pensar en una causa genética; otras veces existen tratamientos médicos que pueden afectar a la reserva ovárica de la mujer, pero en la mayor parte de casos, se trata de una menopausia precoz de causa idiopática. En definitiva es una agotamiento precoz de la reserva folicular ovárica y el folículo es la estructura funcional básica del ovario. Es decir, el ovario tiene folículos y éstos tienen óvulos. Entonces, la mujer nace con un determinado número de folículos en el ovario, que se van consumiendo a lo largo de su vida. Hay un declive fisiológico a partir de los 35 años, pero el agotamiento de este número de folículos es antes o después en función de los que la mujer tenía ya incluso antes de nacer. En España, la media de menopausia está situada entre los 48 y los 50 y algo años. Las consecuencias son las mimas que las de la menopausia convencional, de tipo endocrinológico general, pero durante más tiempo, más años. El tiempo que ésta mujer va a estar sin función ovárica y sin protección hormonal son muchos años. Así pues, hay consecuencias como sofocaciones, calores, malestar general..., pero sobre todo hay consecuencias médicas importantes como un aumento del riesgo cardiovascular, alteraciones del metabolismo del hueso o cutáneas...

-¿Hay tratamientos para paliar esta menopausia?

-Estamos trabajando en el hecho de reactivar la capacidad reproductiva de estas mujeres, que en teoría la habían perdido, trabajando con el número de folículos residuales que existen en el ovario y que sabemos que existen incluso una vez instaurada la menopausia. Es decir, cuando la mujer llega al diagnóstico de menopausia precoz, sabemos que todavía existe en el ovario un número de folículos no despreciable sobre el cual podríamos actuar. Y éste ha sido el foco de atención, en el sentido de poder reactivar estos folículos residuales que aún existens.

-¿Es siempre exitosa?

-Nos está dando un resultado en términos de ovulación de un 60% de las mujeres que intervenimos, en las que conseguimos reactivaciones foliculares. El tema está en que hay que conseguir embarazos, es decir que estos ovocitos que obtenemos, debemos fecundarlos in vitro y transferir los embriones para que éstos se implanten. Entonces, ahora estamos consiguiendo ovocitos en estas mujeres, estamos fecundándolos y estamos muy esperanzados en que vayamos a conseguir más embarazos. Por ahora solo hemos conseguido uno. Pero es importante destacar que estamos en el contexto de un ensayo clínico, con lo cual los resultados deben ser analizados al final de manera global, validados y reproducidos, por lo que aún no tenemos datos que nos hagan prever a priori qué mujer se va a beneficiar de eso. Sabemos que hay mujeres cuya respuesta es excelente y otras cuya respuesta no se produce y debemos seguir estudiando para definir qué tipo de paciente dentro del escenario de la menopausia precoz podría beneficiarse más de esta técnica.

-¿El objetivo es que estas mujeres sean fértiles?

-El objetivo de entrada es que estas mujeres ovulen y puedan quedarse embarazadas pero como no sabemos la duración exacta que va a tener este tejido en cuanto a su función, nos podríamos encontrar con pacientes que recuperan su función ovárica y la mantienen durante años. Éste sería un objetivo secundario: si mantenemos su función hormonal muchos más años, mejoramos su entorno hormonal

-Ya existía una técnica con resultados similares, ¿cuál es la novedad ahora?

-Nosotros hemos recogido la información que publicaron autores japoneses, que aplicaban criterios de activación ovárica parecidos, pero ellos realizaban dos cirugías separadas 48 horas. Es decir, plantean una primera cirugía para extraer tejido ovárico y una segunda al cabo de 48 horas para volverlo a reinsertar. Nosotros lo que nos planteamos fue simplificar, optimizar y hacer más viable esta técnica en el ámbito clínico. Entonces hemos renunciado a una parte de su concepto teórico pero nos hemos beneficiado de hacer el proceso más sostenible y menos agresivo; perdemos mucho evitando esta activación fuera del cuerpo de la mujer, que es lo que hacen los autores japoneses, que mientras tienen el tejido de la mujer 48 horas fuera introducen fármacos con el objetivo de reactivarlo más, pero eso lo compensamos con la comodidad y simplicidad de la intervención. Nosotros fragmentamos e insertamos; ellos fragmentan, activan e insertan. Si hemos simplificado la técnica y conseguimos tasas de ovulación que probablemente sean incluso superiores a las publicadas por los autores japoneses, es posible que hayamos dado con el objetivo.