Cataluña
Esteller: «Colau quiso humillar y ofender a la Corona con la retirada del busto»
María Ángeles Esteller, concejala del PP en Barcelona
Maria Ángeles Esteller, una de los tres regidores del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, afronta con ilusión esta legislatura, y se muestra crítica con la gestión de Ada Colau.
–Esta legislatura municipal ha comenzado de forma atípica, con 25 concejales nuevos y un gobierno municipal sin experiencia política.
–Así es. Se trata un gobierno que nunca había formado parte de las instituciones y se nota. Es gente que todavía no ha cambiado la mentalidad de activista. No toman decisiones más allá de gestos simbólicos para contentar a su propia gente. No tienen ni proyecto ni modelo de ciudad. Es decir, gesticulan muchísimo para hacer mucho ruido mediático. Pero políticas concretas, pocas.
–Se les acusa mucho, al gobierno municipal, de tomar decisiones sin consenso.
–Sin duda. Tienen once regidores, somos 41 y actúan como si tuvieran mayoría absoluta. Imponen unilateralmente sus decisiones. No quieren dialogar ni negociar. Aunque poco a poco se empiezan a dar cuenta que el Ayuntamiento tiene una forma de funcionar y se están viendo forzados a cambiar la forma de hacer las cosas. Hablan mucho de democracia participativa pero es una democracia a la carta. No aceptan las opiniones contrarias a la suya. Son sectarios y no sólo no consideran al que no piensa como ellos sino que tratan de arrinconarlo.
–Y eso sólo en dos meses.
–Tal cual. Y lo hemos podido ver con la retirada del busto de Juan Carlos I.
–Entre el busto y la petición de ERC, ¿cree hay una corriente antimonárquica en el pleno municipal?
–A eso me refería con los gestos de cara a la galería. Se olvidan de que los símbolos fueron aprobados por todos los españoles con una Constitución. Los símbolos de una ciudad, por lo tanto, vienen establecidos por la ley. No se pueden subjetivizar los símbolos y mucho menos para generar odio y dividir. Lo que hizo Colau fue humillar a la Corona. Podrían haber sustituido el busto de Juan Carlos por el de Felipe VI. En su lugar montaron una escenificación para humillar y ofender a la monarquía y a los ciudadanos.
–Parece que hay cierto consenso en que se requiere de la intervención municipal con el turismo, ¿la moratoria es la solución?
–En absoluto. Hace ya dos años propusimos una medida para hacer frente a la gestión del turismo. Este sector representa el 15 por ciento del PIB. No podemos, por tanto, convertirlo en un problema y la mala gestión de Trias lo consiguió. En aquel momento ya el PP propuso una moratoria a los apartamentos mixtos. Es decir, en aquellos que están ubicados con vecinos de toda la vida en lugar de un bloque de apartamentos destinado a ese fin. Tras la moratoria, propusimos organizar un buen equipo de inspectores y tomar medidas contra el turismo incívico. Trias no hizo nada y Colau, menos. Las decisiones del equipo de gobierno son contrarias al civismo. Parece que hay barra libre. En lugar de endurecer la ordenanza de civismo quieren hacerla más laxa. El mensaje que se está dando es «haz lo que quieras en Barcelona». La moratoria de Colau lo único que consigue es poner en riesgo las inversiones de la ciudad y favorecer a ciudades competidoras. Hay que recordar que el comercio, la restauración o los taxistas, por citar a algunos, también viven en buena medida del turismo. Es su gran problema, no tienen modelo, sólo saben ir a la contra.
–El gobierno municipal también ha rescatado otro de los eternos debates de Barcelona, el tranvía.
–Es lo que le comentaba antes de democracia a la carta. El tranvía fue rechazado por los barceloneses en una consulta en 2010. Nosotros creemos que es un error y le pedimos a Colau que respete lo que dijeron las urnas. O eso o que monten otra consulta.
–¿Qué cree que ocurrirá el 27-S?
–Espero que no gane Junts pel Sí, sinceramente. Nosotros afrontamos con muchas ganas estas elecciones para convencer a los catalanes de sus fortalezas dentro de España. Que nadie dude de que el PP quiere lo mejor para Cataluña. Y eso pasa por estar en España y en Europa. Lo que no puede ser es que los independentiastas mientan y escondan las consecuencias de la independencia. Fíjese en Grecia. ¿Por qué no ha salido de la UE? Porque conocían las consecuencias. Aquí, en cambio, se miente a diario y parece que el engaño se va consolidando. La gente tiene que saber lo que se está jugando en estas elecciones para no fragmentar más a la sociedad catalana.
–¿Qué opinión le merece la situación de economía española?
–La economía ha dado un vuelco desde el año 2012. El problema es que no ha llegado a todo el mundo. En Barcelona hemos bajado, por fin, de los 100.000 parados. Se ha empezado a activar el consumo. Lo que falta es que esa economía llegue a todo el mundo. Hay que recordar que España estaba en quiebra y al borde del rescate. Las reformas estructurales del Gobierno están funcionando. Quizás no se percibe del todo, pero los cimientos están puestos.
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