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Gallifa burla la Ley con una bandera española de un palmo
El Ayuntamiento de la localidad mantiene que así cumple con la normativa. La Delegación del Gobierno presentará una demanda
EL Ayuntamiento de Gallifa, un pueblecito de 200 personas a 50 kilómetros de Barcelona, es conocido por sus constantes desencuentros con la Delegación del Gobierno. No en vano, fue el primer ayuntamiento en negarse a pagar los impuestos a España. Gobernado por la prácticamente extinta Solidaritat per la Independencia han urdido un sistema para burlar la Ley de Banderas que les obliga a colocar la enseña española en un lugar visible. El alcalde ha comprado una bandera similar a las que venden en un bazar chino de apenas 20 centímetros y la ha colgado de la fachada del Ayuntamiento. La reacción de la Delegación no se ha hecho esperar y han anunciado que presentaran una demanda judicial contra Gallifa.
Así las cosas, en los tres mástiles ubicados al lado de la casa consistorial ondean la bandera independentista, la de Gallifa y la Senyera. Mientras que debajo del letrero que reza «Casa de la Vila» han colocado la minibandera, habida cuenta de que la normativa obliga a colocar la enseña en un lugar destacado y no puede compartir el edificio del Ayuntamiento con otras banderas de tamaño más grande y que debe ondear permanentemente en el lugar preferente y de honor. Por este motivo, el alcalde de Gallifa, Jordi Fornas, explicó que «el Ayuntamiento optó por comprar una bandera española que mide un palmo, en un quiosco de la Rambla de Barcelona por dos euros». El objetivo, explicó, es cumplir la Ley de Banderas y el requerimiento de la Delegación de colocar la bandera española en el Consistorio, tras haberla retirado, y mantener la Senyera «en el lugar de honor que le corresponde», comenta.
En cualquier caso, según Fornas, el Ayuntamiento cumple con la ley, puesto que en la fachada no hay ninguna otra bandera que no sea la española y que el resto de símbolos no están en la fachada propiamente dicha. «En el edificio solo tenemos colocada la bandera española preferente y de honor, y está sola», por lo que en opinión del alcalde, se respeta al máximo la legislación vigente. «Si nos ocupamos de este tipo de asuntos es por la delegada del Gobierno» que se quejó por la decisión de la alcaldía de retirar la bandera española del Ayuntamiento, dijo.
La Delegación considera que incumple el artículo 4 de la Ley que indica que «en las Comunidades con bandera propia, ésta se utilizará juntamente con la bandera de España en todos los edificios públicos civiles del ámbito territorial de aquélla».
Un tira y afloja constante con la Delegación
Los desencuentros de Gallifa con la Delegación del Gobierno vienen de largo. El alcalde recibió el 14 de septiembre la visita del subdelegado del Gobierno para pedir un informe que acreditara el restablecimiento de la bandera española en el Consistorio, como pide la Ley de Banderas. Al no recibir respuesta, la delegada del Gobierno, María de los Llanos de Luna, envió una carta a Gallifa advirtiendo del «incumplimiento reiterado y constante de una obligación legal». El artículo 4 de la Ley indica que «en las Autonomías, cuyos Estatutos reconozcan una bandera propia, ésta se utilizará juntamente con la bandera de España en todos los edificios públicos civiles». Y el artículo 6 afirma que «cuando se utilice la bandera de España ocupará siempre lugar destacado, visible y de honor».
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