Gilly Macmillan: «Me interesa explorar las zonas oscuras del hogar»

Después del éxito de su primera novela, «Encuéntrame», la escritora inglesa regresa con un nuevo thriller psicológico, «Mariposa en la sombra», cumbre del «domestic noir».

Zoe es una adolescente brillante, un talento único al piano, pero también es una joven marcada. Tres años atrás, un accidente mientras conducía borracha acabó con la vida de sus amigos. Su madre intenta por todos los medios ocultar el pasado y que se centre en la música para que pueda vivir un brillante futuro. Sin embargo, nadie puede escapar de su pasado. El asesinato de la madre acabará por abrir la caja de pandora y poner a Zoe, una vez más, en la encrucijada. La segunda novela de Gilly Macmillan, «Mariposa en la sombra» (Alianza) vuelve a colocarla en la punta de lanza del género negro de moda, el «domestic noir».

– ¿Cuál fue la motivación para adentrarse en esta historia?

– Fue una notica en el diario. Hablaban de una joven que fue encontrada culpable de matar a sus amigos por conducir borracha. No imaginaba cómo podía perderse una vida por un estúpido error. La chica nunca se recuperó. En la cárcel se enganchó a las drogas y cuando salió ya era un caso perdido y su familia, a pesar de sus esfuerzos, no pudo hacer nada.

– En la novela la familia de Zoe no parece saber cómo ayudarla.

– Su situación es particular. Su padre la rechaza porque acaba de destrozar la comunidad donde viven y no la perdona. Mientras, su madre se la lleva y la sobre protege hasta el punto de hacer como si no hubiese ocurrido nada. Tanto la fuerza a olvidar, que no se da cuenta de lo vulnerable que es la chica.

– En su primera novela ya ponía la figura de la madre en el centro. ¿qué le interesa de esta figura?

– Siempre ha sido un tema nuclear de mi escritura. Soy madre de tres niños y durante años fue mi única ocupación. Además, mi hijo pequeño tuvo problemas graves de salud y sé lo que es temer perder a un hijo. Ahora que mis hijos son adolescentes, estas preocupaciones han evolucionado. Siempre me han interesado la energía, la confusión, la pasión desenfocada de la voz adolescente y eso he intentado hacer con Zoe.

– Su novela se centra sobre todo en los personajes, más que en la trama.

– Queria que la novela tuviese el efecto de drama cerrado, que todas las acciones fueran como chispas que moviesen a los personajes. Por eso decidí poner tres narradores, para que se pudiesen ver las acciones desde diferentes puntos de vista.

– La historia también deja claro que es imposible escapar de nuestros errores.

– Socialmente juzgamos con mucha dureza cualquier falta, por lo que el instinto de esconder lo que hemos hecho es grande. Siempre me ha fascinado cómo y cuando concedemos rehabilitar a ciertos personajes, o si eso es realmente posible.

– ¿Cree que el arte, en este caso la música, puede ser redentora?

– Por supuesto. Zoe encuentra en la música un lugar hermoso y puro donde descansar del ruido que vive fuera. Como adolescente, Zoe es enérgica y tiene una mente salvaje y libre, al menos en contraste con todo lo oscuro que ocurre a su alrededor. La música le ayuda a centrarse. Cuando la hice pianista comprendí del todo al personaje.

– En a penas dos años ha publicado con éxito dos novelas, ¿tiene alguna prisa por publicar?

– Sólo quiero aprovechar la oportunidad que se me ha brindado. Todavía me pellizco a mi misma todos los días.

– Se la ha colocado dentro del llamado «domestic noir», ¿le gusta la etiqueta?

– Me siento muy cómoda con el término. Siempre me ha interesado encontrar las zonas oscuras y las perversiones de lugares donde en principio tenemos que sentirnos seguros, como nuestro hogar.

– ¿Ya tiene preparada su tercera novela?

– Sí, y aquí me alejo un poco del «domestic noir», aunque recupero al detective de mi primera novela. El género criminal, al contrario de lo que mucha gente piensa, es tan amplio y diverso que hay muchas ideas que explorar. A mi siempre me han encantado los thrillers «girapáginas» y eso es lo que quiero hacer.