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Homenaje a Gràcia

La actriz Mercè Montalà repasa la historia del barrio en el pregón n La mayoría de las calles buscan este año su inspiración en el celuloide

La actriz y dobladora Mercè Montalà fue la encargada de ofrecer el pregón en las fiestas de Gràcia
La actriz y dobladora Mercè Montalà fue la encargada de ofrecer el pregón en las fiestas de Gràcialarazon

La actriz Mercè Montalà recordó ayer la historia y los inicios del barrio de Gràcia en el pregón que marcó el inicio de sus fiestas mayores Fiesta Mayor, donde también pidió a los vecinos que luchen por el futuro de su barrio. Montalà se dirigió a los vecinos que se congregaban en la plaza de la Vila de Gràcia para darles las gracias por decorar las calles del barrio con «tanta originalidad».

«Se hace saber a los jóvenes y no tan jóvenes que antes de discutir se debe respirar; antes de hablar, respirar y escuchar, y antes de rendirnos debemos intentarlo», recitó Montalà, en un discurso que quería animar a los vecinos a huir del conformismo. También pidió a los vecinos que «sean libres de corazón» y que traten de buscar la verdad para que no sean personas fáciles de manipular, y aseguró que ellos son imparables.

Montalà recordó algunos de los vecinos ilustres de Gràcia como la actriz Rosa Novell y el cocinero Jean–Luc Figueras, y finalizó l pregón con la lectura de un fragmento de Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand. «Antes de morir debemos vivir», concluyó Montalà, que recibió un gran aplauso de los vecinos, a los que animó a disfrutar de la fiesta.

La alcaldesa Ada Colau recogió el testigo de Montalà , y agradeció el esfuerzo puesto por los vecinos en la decoración de las calles y plazas, y dijo que todos los ciudadanos deben corresponsabilizarse de estas fiestas.

También quiso recordar a las mujeres que «han sido asesinadas, y no muertas» en las últimas semanas por sus parejas o exparejas, y dijo que es una responsabilidad común hacer que las fiestas de Gràcia sean libres de agresiones machistas

Las fiestas de Gràcia se han convertido por méritos propios en uno de los acontecimientos del verano barcelonés. Bien sea porque uno es vecino del barrio, porque no tiene más remedio que pasar el agosto en la ciudad o porque es un visitante con ganas de hacer algo diferente, lo cierto es que estas fiestas son en una gran alternativa.

Especialmente desde que hace unos años se marcaron el objetivo de recuperar la intimidad perdida a cambio de sacrificar vida nocturna. Así las cosas, y si los dioses del tiempo lo permiten, Gràcia ultima los preparativos para presentar sus mejores galas en el pregón que ayer dio el pistoletazo de salida.

Sin lugar a dudas, uno de sus grandes atractivos son las calles engalanadas. Y este año la casualidad ha querido que los vecinos hayan optado por buscar inspiración en el mundo del celuloide convirtiendo el barrio en un enorme plató cinematográfico. El visitante que se acerque al barrio podrá visitar París y Tokio, perderse en épocas jurásicas o sentirse una princesa Disney. Y todo, en el tiempo que dura un paseo.

Amenaza de lluvia

Pese a la luminosidad y colorido que caracterizan estas fiestas estamos, probablemente, ante su edición más deslucida, al menos por ahora. Y no por falta de interés de los vecinos. Por primera vez en muchos años, amenaza lluvia en la jornada de Nuestra Señora. Al fin y al cabo, los adornos y las guirnaldas que se utilizan en estas fiestas son de extrema fragilidad, los montajes suelen estar hechos de materiales reciclados como papel o cartón.

Así, buena parte de los elementos están escondidos o tapados para que el agua no haga mella. Si a eso le sumamos que ya no hay tantas manos para adornar las calles como tiempo atrás, pues blanco y en botella. Tal y como explica Enriqueta, una vecina de la calle Verdi, necesitan más voluntarios. «Tenemos la suerte de que los jóvenes se implican en las fiestas. Ese no es el problema. También contamos con la ayuda de mucha gente que espontáneamente pasea por el barrio y nos echan un cable, incluso turistas. El problema viene de que muchos vecinos se han marchado del barrio y, en su lugar, los que llegan no siempre se implican tanto como los de antes. Pero sobreviviremos», comenta. En cualquier caso, lo cierto es que quizás las calles adornadas necesiten de unos días más para lucir sus mejores galas pero, cuando lo hagan, el resultado será impresionante.