Hospitales del futuro

El actual modelo sanitario está herido de muerte si no se lleva a cabo una reforma estructural. El aumento de la esperanza de vida y una mayor cronicidad de los enfermos gracias a los avances médicos, tecnológicos y farmacológicos está dibujando un complicado escenario para los hospitales públicos, que corren el riesgo de colapsarse. Porque, además, cada vez cuentan con menos presupuesto y, como consecuencia, con menos personal cualificado. Para hacer frente a este reto, el estudio «El Hospital del Futuro. Un nuevo rol para los hospitales líderes en Europa», liderado el profesor y director del Centro para la Investigación en la Gestión de la Innovación en el Sector Sanitario del IESE, Jaume Ribera, da una serie de recomendaciones para que dentro de 15 años puedan seguir siendo eficientes.

En primer lugar, tendrán que reducir sus dimensiones y centrarse tan sólo en los servicios de gran complejidad. Derivarán las actividades rutinarias a las clínicas y atenderán, por ende, a menos pacientes. Desarrollarán una medicina personalizada y basada en el genoma, lo que permitirá predecir enfermedades y reducir el gasto asistencial.

Además, los hospitales líderes tendrán un rol dual: Proporcionarán los servicios más complejos y a la vez funcionarán como hospital comunitario. Lo harán funcionando en red con actores locales, como los servicios sociales de la zona y los CAP, que se ocuparán de la prevención, la salud mental o la atención primaria.

La tecnología jugará un papel fundamental en el futuro de estos centros. La asistencia virtual será generalizada y en ella participarán equipos multidisciplinares. Por tanto las fronteras físicas del hospital desaparecerán y estará conectado con otros a nivel internacional. El informe también predice la aparición de nuevas profesiones como los «coaches» de salud, los gestores de patologías específicas, los asesores en genética, el médico-ingeniero y el experto en información.

Para que los hospitales puedan adaptarse a los cambios, el informe propone nuevos modelos de contratación que no sean exclusivamente públicos y evaluar la posibilidad del copago sanitario, entre otras medidas. Teniendo en cuenta todo lo expuesto, Ribera dijo «no encontrar justificación» a una de las decisiones más controvertidas del conseller de Salud Toni Comín, como fue sacar de la red pública de hospitales a dos clínicas privadas, el Hospital General de Cataluña (HGC) y la Clínica del Vallés. «Lo que no entiendo es el apriorismo con el que se ha tomado esta decisión, sin tener en cuenta los estudios ni los datos», apostilló el profesor.